Gimnasia | Mundiales de rítmica
La juez de Ucrania falseó el resultado
La FIG la expulsa pero no retira el bronce a Yerofeeva.
No ha llegado al nivel del Mundial de Zaragoza, pero también en Madrid se ha producido un escándalo entre las bambalinas de las jueces, aunque esta vez la Federación Internacional ha obrado con celeridad y sin compasión. Ayer por la mañana la Federación Internacional (FIG) expulsó a la juez Tatiana Litovko, de Ucrania, por la irregularidad manifiesta en su trabajo de la final individual.
Durante la competición ya pareció sospechoso que la búlgara Simona Peicheva, siempre la tercera, perdiera su posición en el podio en el último ejercicio de la última rotación, y en beneficio de la ucraniana Tamara Yerofeeva, con la que se intercambiaba la posición.
En la nota de la FIG se admitía que Yerofeeva había sido beneficada por la juez de su país, aunque las normas de la Federación prohiben cambiar los puestos unas vez sancionados públicamente, con lo que no se corregirá el medallero. La italiana Egle Abruzzini, directora del Comité Técnico internacional, fue quien tomó la decisión tras analizar los vídeos de la competición.
Tatiana Litovko pertenecía al grupo reducido de jueces internacionales, las únicas avaladas por la FIG para las competiciones oficiales internacionales. Su sanción la evitará volver a puntuar a ese nivel.
Además de la expulsión de la juez ucraniana, la FIG ha decidido amonestar públicamente, aunque sin expulsión, a dos jueces más por actuación parcial: la búlgara Giurka Gancheva y la británica Betty Lhoste.
El Mundial ha vivido otros escándalos domésticos, y ayer, por ejemplo, se detectó la falsificación de entradas impidiéndose el acceso al recinto a un grupo de veinte adolescentes que se había gastado 400.000 pesetas en la reventa, y había adquirido en realidad fotocopias en color de una entrada de favor que había regalado la organización.
Por otra parte, en el palco de autoridades el protocolo tuvo que intervenir con discreción para que una veintena de personas de instituciones y patrocinadores dejase el palco.