Deutschland, Deutschland uber alles. Así empieza el himno alemán, banda sonora en mil y una finales del fútbol mundial a lo largo de su historia. Alemania, Alemania, por encima de todo, es la traducción de esa estrofa, que ha perdido crédito futbolístico como bien refleja el último ránking de la FIFA. En la lista de octubre del máximo organismo internacional, la selección germana ocupa la 14ª posición, su peor puesto desde que comenzara a elaborarse dicha relación en agosto de 1993.
En aquel mes, Alemania ocupaba el primer puesto. Curiosamente, en ese ránking, Francia era decimosegunda. Es decir, ambas selecciones han intercambiado sus papeles. Mientras que los alemanes se han hundido, no han vuelto a las semifinales de una Copa del Mundo y protagonizan ridículos como ante Inglaterra (1-5) o Finlandia (0-0), los galos se han convertido en el gallito a batir con el Mundial-98 y la Eurocopa-2000 como credenciales.
Son muchos los errores que se pueden echar en cara al fútbol alemán: el mal trabajo de cantera, el bajón de sus clubes en Europa o el baile de seleccionadores. Desde el 98, Vogts, Ribbeck y Völler han pasado por su banquillo. Y éste último tiene la difícil papeleta de no dejar a Alemania fuera del Mundial. Un dato: no faltan desde Brasil-50. Otro dato: Völler fue el elegido por la Federación para sustituir a Daum, al que descartaron por dar positivo por cocaína pese a que ya había firmado como seleccionador. Al menos, en eso, Alemania sí ganó.
