No había más munición

Sabíamos que en la contrarreloj no teníamos esperanzas de medalla, así que, ni podemos estar decepcionados, ni hay nada que reprochar a Santos González y David Plaza, porque lo han dado todo. No había más munición. Los rivales eran superiores y como mucho podíamos haberles pedido el quinto puesto, aprovechando la buena puesta a punto que lograron en la Vuelta. Cosa que sí hicieron los tres corredores que han seguido a Ullrich.

El alemán optó por otra preparación y acertó. Y eso que el circuito, con tanta subida y bajada, no le ha permitido coger bien el ritmo. Pero es un fuera de serie y ganó la carrera en los últimos seis kilómetros. Cuando los demás iban a menos él fue a más. También a Botero le habría ido mejor un recorrido con largas rectas para poder desarrollar su gran potencia. Creo que, pese a su medalla de plata, el escocés Millar perdió la ocasión de su vida, pues este circuito era para un corredor técnico como él.

Pienso que en un Mundial contrarreloj los jueces deberían parar al corredor doblado para que no se repita la imagen de Ullrich y Bodrogi. Los dos corrieron picados el último kilómetro y para el alemán fue una buena referencia para exprimirse al máximo. Quizás ese esfuerzo extra fue clave en su victoria.