Trágica noche para Pepe Mel en Arrecife

La cosa no fue viajar, comer, ganar y volver para Tenerife como vaticinó Pepe Mel el martes. El partido se perdió desde el primer minuto y no se le tomó el pulso nunca. El Tenerife fue uno de los perjudicados por esta Copa suicida.

El Lanzarote empezó muy pronto a demostrar que quería pasar la eliminatoria, ya que antes del gol de Fali, Maciot pudo abrir el marcador. El Tenerife, con un equipo casi de gala, dominó siempre, pero el Lanzarote se mostró acertadísimo en los contragolpes y le sacó los colores con la gran velocidad de sus jugadores por las bandas.

El equipo chicharrero adelantó sus líneas y Fuertes acortó diferencias en el marcador. Sin embargo, el partido no estaba a su favor, ya que las ocasiones que tuvieron Marioni y Fuertes se toparon con Marino, que tuvo una gran noche. Pepe Mel sacó a Xisco para aportar más delanteros y remontar un partido que se ponía difícil. Con su entrada, su equipo consiguió más profundidad, pero los goles se resistían debido al exceso de precipitación.

La defensa del Tenerife no midió la distancia que le dejaba a Maciot, Arroyo y Fali y el Lanzarote replicó siempre con mucho acierto. Tuvo el equipo local cuatro ocasiones antes de lograr el 3-1 por medio de Arroyo.

En el descanso Mel abroncó de nuevo a sus jugadores, como el domingo ante el Rayo, pero la cosa no funcionó ya que su equipo encajó el 4-1. Poco después Torres disparó al larguero y pudo provocar que la goleada fuera más escandalosa aún. Desde entonces, el Tenerife no sabía qué hacer y se debatía entre un ataque loco y una defensa destrozada. Más tarde cayó la manita que supuso el 5-1 final.