Balonmano | Pilotas Posada 25 - Portland 27
Sus estrellas salvan al Portland en Vigo
El Pilotes fue incapaz de consumar su mejor juego.
El Portland San Antonio de Pamplona se salvó ayer de una auténtica debacle. Zupo Equisoain se vio obligado a exprimir hasta la última gota a su auténtica guardia de corps para levantar, en la segunda parte, un encuentro que parecía más que perdido. El Pilotes Posada, que jugó bien cincuenta minutos del encuentro, acabó arrastrándose en su pista de Vigo, entregado y sin fuerza cuando el marcaje individual de Ámbros sobre Cutura le dejó sin ideas en su juego ofensivo.
Para el Portland la victoria se presentaba como esencial tras la derrota del miércoles en Irún. El partido tonto de la temporada, como le definió Zupo, se alargó en el tiempo otra media hora. La primera mitad del campeón de Europa fue lamentable, con pérdidas de balón, con mala actitud, con decisiones erróneas, con los nervios desatados hasta el punto de jugar con cuatro hombres de campo en dos ocasiones distintas. Eso lo provocaban el juego de Ben Modo, el movimiento de Cutura, el lanzamiento de Cacic y la velocidad de los extremos sacando partido al contragolpe.
Llegó el momento de tomar decisiones por parte del Portland. La primera, castigo interno a Martín (no volvería a salir) por una protesta airada a los árbitros y que dejaba a su equipo con dos hombres menos, y entrada de Garralda; la segunda, el mando absoluto para que Richardson tomase todas las iniciativas, y respondiese tanto en ataque (goles y asistencias) como en defensa (dos recuperaciones de balón en el extremo decisivas).
Y el Portland empezó a restar. Primero, con acciones individuales, con las penetraciones del pundonoroso Garralda y del artista Richardson; luego, con los pelotazos del gélido Iakimovic. Después, con la labor de Juancho Pérez, que aprovechaba las asistencias de Richardson, Garralda y Urdiales.
De nada servía el soberbio encuentro de Pasqui, y esta vez, con la calidad de los justos, el Portland respiraba.