Patina el Barça en Ciudad Real

Se mascaba en el ambiente, se podía sentir desde hace días, que el Ciudad Real iba a ganar al Barcelona y a terminar con esa imposibilidad de plantarle cara a los azulgrana. Y a la décima, primera victoria en la Liga para los manchegos.

El Ciudad Real se mereció el triunfo porque llevó el peso del partido, impuso el ritmo y siempre tuvo al Barcelona a remolque. Si no ganó con más facilidad fue por exceso de nervios, por una incontinencia de generar goles cuando debía mandar el juego cerebral. También, porque el Barça tuvo a Barrufet en su portería (también Nuñez tuvo un día glorioso).

Si durante 55 minutos el Ciudad Real había disfrutado con el partido, en el último tramo se atascó. Cuando le entró el miedo a verse sin premio, entonces apareció Djusebaev para darle aire a su equipo, y Núñez para tener un par de intervenciones tan felices que evitó el empate a poco para el límite, deteniendo un penalty a Guijosa. De esta forma el super Barça supo en directo y de primera mano que esta campaña va a tener que sudar de lo lindo la camiseta, y rezar para que pueda jugar pronto Nagy.