Sastre reta a Chava, su cuñado, en Aitana

El inédito puerto alicantino de Aitana, el Mont Ventoux español, presenta dos emocionantes duelos. Uno, el que sabe todo el mundo: Óscar Sevilla contra Ángel Casero con la Vuelta a España en juego. Otro, mucho más anecdótico, pero igual de interesante: el reto que ha lanzado Carlos Sastre a su cuñado, Chava Jiménez.

Sastre, que ahora corre con total libertad tras la retirada de Beloki, está muy marchoso después de confirmar en la cronoescalada (fue segundo) que se encuentra en un momento dulce. "Ya va siendo hora de ganar a mi cuñado. Que se vaya preparando para Aitana", bromeaba ayer el otro escalador de El Barraco. "Además, hay que levantar la empresa (se refiere al equipo ONCE), que está un poco baja últimamente".

Chava y Sastre están manteniendo un curioso duelo, porque Carlos ha saltado infructuosamente a casi todos los ataques de Jiménez en la montaña. "¿No está usted harto de verle siempre el dorsal a su cuñado?", se le preguntó en la salida de ayer. "Eso no es totalmente verdad, porque en la cronoescalada salió él detrás de mí", contestó con humor.

Tradición. El Barraco es cuna de escaladores desde los tiempos de Ángel Arroyo. De hecho, el maillot de la montaña de la Vuelta lleva cinco ediciones sin salir de este pueblo abulense. Chava ganó en 1997, 1998, 1999 y seguramente en el presente 2001. Sastre, por su parte, se anotó este premio la pasada campaña. "Este año no he podido defender el título porque hubiera sido ilógico desgastarme cuando mi obligación era trabajar para Beloki", dice el abulense. Ahora ya está liberado de esa labor. Y le va la marcha.

Jiménez también se tomó el duelo con una sonrisa: "Habrá que dejar al cuñado que gane algo, porque si no luego me la montan en casa". Pero, bromas aparte, Chava está dispuesto a no dejar ni las migajas, porque está crecido tras sus tres triunfos en esta Vuelta. "Aitana es la etapa que más me gusta, porque es un puerto inédito. Además, ya que me encuentro fuerte voy a buscar también la general ¿Por qué no".

Chava puede ser hoy una molesta piedra dentro de las zapatillas de Sevilla y Casero. "Hasta ahora no hemos sometido a un fuerte marcaje a Jiménez porque estaba a mucho tiempo, pero a partir de hoy habrá que tener más cuidado con él", dice el maillot amarillo. "A mí no me preocupa en absoluto, porque todavía tengo la contrarreloj de Madrid para meterle más tiempo", opina, por su parte, el valenciano.

Casero rebosa optimismo por los cuatro costados: "Estoy muy fuerte y creo que no voy a ceder nada de tiempo ante Sevilla en la difícil prueba de Aitana". El líder, sin embargo, no es de la misma opinión: "Si quiero ganar esta Vuelta, tengo que empezar hoy a meterle más tiempo a Ángel. Debo aprovechar el terreno que me es propicio en teoría para sentirme más tranquilo".