Con el orgullo del Euromadrid

En pleno estado de precrisis, el Real Madrid se reencuentra con la Champions en el Santiago Bernabéu, y quizás suponga su auténtico bálsamo. A la vista de los hechos, y si no fue un espejismo el sensacional partido de Roma, donde mejor le va al equipo de Del Bosque es en Europa. Una victoria rotunda esta noche sobre el Lokomotiv y la suma de seis puntos en la liguilla aplazaría tensiones en la entidad, al menos por tres días, hasta la visita del Espanyol en Liga. Y ahí ya será otro cantar.

La Copa de Europa le viene de perlas al Euromadrid para revitalizarse, y no es por la baja de Zidane si, malévolamente, se quiere pensar así. Simplemente, ésta es su competición, en la que echa el resto y amedrenta a sus rivales. El enigmático equipo ruso no parece tener suficientes calidades para dar la campanada, aunque nunca se sabe. Lo que hoy pide la afición es una noche de plenitud, un partido de entrega y de orgullo.

Sin Zidane, por sanción, Morientes y Guti, por lesión, y con un Raúl físicamente tocado, Del Bosque ha de exigir a sus hombres una entrega máxima para tapar tantas grietas. Con la baja de Zizou volverá el doble pivote de Makelele y Flavio. Savio se situará en la delantera con Raúl, con más carácter ofensivo que Macca, y Figo desde el carril derecho. Otra vez le tocará a Raúl sufrir entre los centrales rivales, pisando área. Asumir que el Madrid no tenga un 9 de rompe y rasga, ni siquiera en el banquillo, es un serio drama táctico para un equipo que quiere ganarlo todo.

Hay pocas referencias inquietantes sobre el Lokomotiv de Moscú. Quizás sea más peligrosa la incapacidad madridista para jugar con brillantez y hacer goles, que el propio potencial de los rusos. Dijo Hierro el lunes que lo del Betis no fue exclusiva responsabilidad de la defensa. A este mensaje se le debe dar importancia. El capitán estaba tirando de las orejas a los que pierden balones en zonas de riesgo, a los que escatiman una carrera, a los que no guardan la posición y a los que están ciegos ante la portería del equipo rival.

Esta noche, la Champions League ofrece una oportunidad al Real Madrid para redimirse ante su público. Se espera al Euromadrid de Roma, concentrado, ambicioso y ganador, donde la ausencia de Zidane no debe de ser más que una anécdota circunstancial en la victoria final.