Chava gana y Beloki se pone líder

Ganó un tipo genial, con aire de torero de pueblo, de Juncal, Chava Jiménez. Ganó un ciclista encantado de haberse conocido, inconstante, levemente ambicioso. Pero el encanto de Jiménez no procede de sus epopeyas ciclistas sino de su personalidad, simple, centrada en ser feliz, en disfrutar, a veces, también, incluso, encima de la bicicleta. Y la victoria del Chava se produjo en el día en que Beloki se vistió de líder por flojera del niño Sevilla y hundimiento esplendoroso de Botero. La ONCE, sin mástil tras la crono de Torrelavega, manda en la Vuelta.

Lo que sucede es desconcertante y maravilloso. Los que un día se exhiben, al siguiente se caen en los charcos (más o menos como en la vida). Primero fue Botero, luego Beloki, por último Sevilla. A estas alturas de la carrera, después de los Lagos, la crono y la Demanda, es imposible saber quién puede ganar la Vuelta, incluso quién no la puede ganar.

Sin fugas

La jornada estaba preparada para una victoria de Chava, Mercado o Laiseka. Como no tenía sentido ocultarlo, ibanesto y Euskaltel tomaron las riendas, anularon las fugas y colocaron a pie de puerto a las estrellas. El pelotón era una locomotora. El extinto Zülle lo habría descrito así: grupo zumba, curva flores, cuesta chunga.

Por la cabeza del paquete (con perdón) se pasaban Cantina Tollo (que se despistaron) y sobre todo la ONCE, con la intención de poner a prueba a Santiago Botero. En plenos fuegos artificiales, Unai Osa se puso a tirar de Chava, altamente nervioso. Varios mundos por detrás, Marco Pantani, Gilberto Simoni y Abraham Olano recogían setas, ajenos al bullicio.

Primero vino el ataque de Laiseka y casi inmediatamente después el de Jiménez, que no logró gran ventaja. Cuando quiso darse cuenta tenía a su cuñado Carlos Sastre subido en la chepa. Y no es bueno irse de parranda con el marido de tu hermana. Pero en ese momento saltó la noticia: Botero estaba a la deriva. Saiz ordenó a Sastre que se quedara para tirar del grupo en el que iba Beloki.

Bastó un ataque sin convicción para que Sevilla perdiera el contacto. Beloki, Mercado y Laiseka se fueron a por Jiménez. Muy cerca estaba el americano del US Postal Leipheimer, que no se dignó a echarle una mano a su compañero Heras, con el que todo el equipo, Lance Armstrong a la cabeza, se iba a volcar en Vuelta, bla, bla, bla.

Conclusión

Chava que gana la etapa y se besa al cruzar la meta una pulsera de los que siempre le apoyaron (él es así) y Joseba Beloki que es nuevo líder, al aventajar en 48 segundos a Sevilla. Salto mortal y moral. La general es un pañuelo, con el Niño a 15 segundos y Casero (ojito) a 51.

Botero sigue en la brecha (no se me rían) a 1:28 y Heras circula a 2:47. Y los banestos darán más guerra. Que sigan redoblando los tambores porque todo es posible, no hay más que abrir la ventana y mirar el mundo.