Nervios, caídas y segundos que vuelan

Empezó la semana laboral y no tardó en llegar la escabechina. Los nervios, la tensión y por qué no, el viento, provocaron numerosas caídas desde el principio hasta casi la misma meta. El Kelme salió airoso. Sevilla y Botero aventajaron en 7 segundos a Heras y Unai Osa, y en 22 al resto de favoritos como Olano, Beloki, Jiménez, Casero, Escartín, Pantani...

De la ONCE sólo se salvó del desánimo Igor González de Galdeano. "Ha sido un día muy malo para nosotros. Hubo mucho nerviosismo innecesario ya que no había tanto viento. Beloki no estaba en su sitio en los últimos metros y por eso quedó cortado. Igor sí que estuvo atento", resumió Manolo Saiz, director de la ONCE-Eroski.

Beloki se vio involucrado con la última montonera, a dos kilómetros del final. "La Vuelta no es el Tour y aquí se pierde la general por tan pocos segundos", dijo Saiz. Por su parte, Belda dictó sentencia: "La Vuelta también se gana en el llano, no siempre en la montaña".

El que no tuvo su día, desde luego, fue Óscar Freire. Cayó y se magulló el hombro derecho, pese a lo cual consiguió acabar la etapa. Su Mapei también tuvo otro infortunio. Aggiano, uno de sus hombres fuertes en el llano, se arrancó una uña de la mano en una de las malditas montoneras. Ambos solicitaron ayuda médica en el curso de la etapa. Pero peor suerte corrió Marcus Zberg (Rabobank) que tuvo que ser evacuado al hospital con luxación del hombro izquierdo.