El Kelme tiene un gran equipo

Las caídas han sido las grandes protagonistas del día lamentablemente. Es una lástima que por causa de ellas la Vuelta pierda corredores, como sucedió con Marcos Serrano en la primera etapa y ayer con Marcus Zberg, y que otros queden tocados o pierdan tiempo por accidentes imprevisibles. Pero forman parte del juego. Todos saben que tienen que estar en las posiciones de cabeza para evitar estos contratiempos, pero muchas veces es imposible. No caben todos.

Por culpa de la última caída ayer perdió siete segundos Heras y 22 hombres como Beloki, Casero, Escartín, Chava, Pantani o Zülle. Posiblemente no sean transcendentes al final de la Vuelta, pero nunca se sabe y en cualquier caso ninguno de contaba con ello.

Lo que sí se extrae como consecuencia de esta etapa es que el Kelme tiene un gran equipo fortísimo. Sus dos líderes, Sevilla y Botero entraron con el primer grupo y, además, durante toda la etapa se vio siempre muy atento a todo el equipo, rodando en cabeza y nunca les pilló ningún corte. Si van siempre delante por muy deprisa que se ruede, eso indica que todos están fuertes.

Mala suerte también la de Óscar Freire que se llevo un fuerte golpe. Esperemos que no tenga consecuencia, aunque hoy, en frío, seguro que le dolerá más. Con suerte tardará aún tres días en reponerse. Y una vez más se encontró sólo cuando cayó. No es culpa de Suárez Cueva, su director, si no de la desorganización del Mapei.