Ganó el mejor amigo de los hermanos Otxoa

Pero fue el riojano del Kelme el que se llevó el ramo de flores y el maillot granate de líder. En el Hospital Aita Mendi de Mondragón seguro que Javier Otxoa habrá sonreído entre ejercicio y ejercicio de rehabilitación. Y allá donde esté, Ricardo Otxoa también se habrá llevado una alegría.

Dentro del pelotón, Llorente siempre ha sido el mejor amigo de los Otxoa. Cuando no estaba uno de los gemelos, era el compañero que compartía habitación con el otro. Los Otxoa iban a menudo a la casa de los Llorente, y viceversa. La mujer de éste es muy amiga de las novias de los gemelos. Incluso todos se fueron de vacaciones juntos el año pasado. Ni que decir tiene que Llorente llevaba mucho tiempo buscando un triunfo para dedicárselo a sus amigos.

Y tuvo que ser ayer, quizá el día más inesperado. Pascual Llorente razonaba su victoria en el buen punto de forma que le ha dado el Tour de Francia, en que se levantó con los biorritmos por las nubes y en que el trazado de 9,3 km de esta crono por El Espinar era duro, con muchas curvas... No eran las mejores condiciones para los especialistas, pero aún así, no deja de ser sorprendente su victoria.

Por la mañana se corrió un primer sector (Segovia-El Espinar) que fue como el chiste del japonés: Iiiiyatá. 45,5 km, a 46,245 km/h; es decir, 59:02 minutos. Llegada al sprint en una calle en descenso y el italiano Endrio Leoni que pasó por la pancarta como un bólido.