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NFL

Wheeler, el tercer muerto en dos semanas

El fútbol americano vuelve a estar de luto. La muerte del jugador de 22 años, Rashidi Wheeler, volvió a conmocionar a los estadounidenses, que en sólo dos semanas, han sido testigos de la muerte de tres jugadores durante un entrenamiento de pretemporada.

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Se trata de una macabra estadística que Rashidi Wheeler tuvo la desgracia de pasar a engrosar anteayer al fallecer mientras se entrenaba con su equipo, la Universidad de Northwestern (Illinois).

Apenas tres días han separado esta muerte de la del placador de los Vikings, Korey Stringer, debido a un golpe de calor. Una semana antes fallecía, también víctima de las altas temperaturas, el runing back de la Universidad de Florida, Eraste Autin. Métodos de entrenamiento de una dureza extrema y las sospechas de que la sombra del dóping está muy extendida en el fútbol americano han conmovido a la sociedad americana, obsesionada por velar por la limpieza y el honor de su deporte rey.

En el caso de esta última muerte, y con el golpe de calor descartado —la temperatura registrada el viernes en Evanston no superaba los 30º—, se ha empezado a barajar el consumo de anabolizantes como una de las posibles causas del fallecimiento. El pasado año un estudio de la Universidad de Pennsylvania desvelaba que el 12% de los adolescentes americanos habían consumido anabolizantes.

Muerte súbita

Wheeler, un joven asmático de Ontario (California), llevaba practicando deporte desde que era niño y su condición de asmático nunca le había presentado más problemas que el de no olvidarse de llevar siempre consigo su inhalador. Tanto es así que en la escuela californiana donde se graduó llegó a practicar hasta tres deportes: fútbol americano, atletismo y baloncesto.

Wheeler murió con su inhalador en la mano y lo hizo prácticamente en el acto, a diferencia de Stringer, que falleció quince horas después de llegar al hospital. Es lo que en medicina se conoce como muerte súbita. En el equipo, todos conocían su enfermedad, tal y como aseguró su entrenador: "Llevarlo era algo importante para él y siempre lo tenía a mano".

De confirmarse el consumo de anabolizantes, Wheeler se habría enfrentado a una auténtica bomba: asma y dóping. Los afectados por el asma deben extremar sus precauciones en el deporte. Entre ellas se incluye moderar la duración del ejercicio y emplear un tratamiento de base como pueden ser los inhaladores. Está demostrado que el consumo de sustancias dopantes aumenta las posibilidades de fallecimiento por muerte súbita.