- Llegar a la final del un Campeonato Mundial siempre es importante.
- La verdad es que si. Ser finalista de los últimos cuatro Campeonatos del Mundo es lo más grande que ha hecho la selección nacional en cualquier deporte. Seguro que si lo hicieran los de fútbol sería fiesta nacional en España.
- ¿Qué hacen ustedes para conseguir semejantes éxitos?
- Nada en especial. Pero es cierto que trabajamos muy duro. Nuestro deporte es minoritario, pero los resultados que estamos consiguiendo son realmente espectaculares.
- ¿Cuando comenzó todo?
- Hace diez años, en los Mundiales de Perth. A partir de ese momento salió a relucir el potencial de la selección española. Con esto quiero decir que todo esto no es el fruto del trabajo de un día, sino de una labor que viene de lejos. Somos los campeones del mundo y no se ha valorado lo suficiente.
- Y, además, sin Manel Estiarte, todo un símbolo.
- Manuel Estiarte fue un gran jugador. Aprendimos mucho a su lado, pero hemos demostrado a todo el mundo que también podemos jugar y ganar sin un waterpolista de su inmensa categoría.
- ¿Por qué la gente no cree nunca en la victoria final y ya tememos a los yugoslavos?
- Es un problema de concepto. Somos un país con mentalidad derrotista, pero hoy vamos a intentar ser campeones.
