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HOCKEY HIELO

100 años de hockey hielo: de Neville a las botellas de Licor 43

La RFEDH conmemora la adscripción a la Federación Internacional que logró el polifacético Edgar Neville, amigo de Charles Chaplin.

La Selección española de hockey hielo que jugó el Mundial de 1977.

El hockey hielo cuenta en España con sólo 1.150 licencias, una liga masculina con cinco equipos y otra femenina con ocho. Pero tiene detrás una historia que, desde hoy 10 de marzo, ya es centenaria. Ese día, pero en 1923 y Amberes (Bélgica) el polifacético Edgar Neville logró la adscripción de la recientemente creada Federación Española de Hockey Hielo a la IIHF, la Internacional.

¿Quién era Neville? El conde de Berlanga, nacido en Madrid e hijo de un ingeniero británico, fue amigo de García Lorca, Manuel de Falla, los poetas de la Generación del 27, dirigió obras de teatro y cine, ingresó en la carrera diplomática, en Los Ángeles entabló amistad con Charles Chaplin (fue actor de reparto en ‘Luces de la ciudad’), guionista para la Metro Goldwyn Mayer... y jugador de hockey.

Charles Chaplin, con Edgar Neville.
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Charles Chaplin, con Edgar Neville.

En 1922, el magnate belga George Marquet, dueño de hoteles como el Palace o el Ritz, abrió en Madrid el Palacio del Hielo y del Automóvil donde se podía jugar al hockey, un deporte del que ya se tenía noticia en Cataluña en pistas de hielo naturales en el Pirineo.

Neville o los hermanos Muguiro (Santiago, Fernando y Miguel Ángel), que llegaron a jugar en el Real Madrid en la temporada 1915-16, levantaron una selección que disputó los Europeos de 1924 y 1927 y a punto estuvieron de debutar en los Juegos Olímpicos de Chamonix 1924 y Saint Moritz 1928.

El Palacio de Hielo y del Automóvil, de Madrid.
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El Palacio de Hielo y del Automóvil, de Madrid.

Pero la llama se apagó. Y no fue hasta 1977 (la liga se recuperó en 1970) cuando la Selección española debutaría en un Mundial (Grupo C), en Copenhague. “La Federación (entonces estaban integrados en la de Esquí) no tenía nada de material y cada uno llevamos nuestros palos, algunos dañados. Lo que sí metimos en las maletas fueron dos botellas cada uno para hacer amistad. Gracias a eso pudimos negociar en una tienda de material de hockey equipaciones para todo el equipo, a cambio de 33 botellas de Licor 43 y alguna de coñac”, recuerda Frank González, actual presidente de la Federación Española de Deportes de Hielo y jugador entonces, como su vicepresidente, Alberto Serrano, o Carlos Kubala, hijo del mítico futbolista del Barça.

El Azul Hockey Club, campeón de España en 1923.
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El Azul Hockey Club, campeón de España en 1923.

“El Mundial de 1978 se llevó a Canarias, los daneses se quemaron y no podían ponerse las hombreras y al de 1979, en Barcelona, acudió el rey”, detalla González, que emigró con su familia a Canadá con siete años y allí se enganchó al hielo para después hacer carrera en España con Barça, Casco Viejo de Bilbao o Puigcerdá. “Cuando iba a Canadá me traía bolsas llenas de patines o tocaba cruzar la frontera a Francia porque aquí no se podían comprar”, explica.

Cien años de peripecias que culminarán con la organización en el Palacio de Hielo de Madrid, del 16 al 22 de abril, del Mundial masculino (División II A). Un paso más para seguir avanzando hacia la meta de unos Juegos que llevan cien años esperando.