Xammar y Brugman, conjura para soñar en el oro

Jordi Xammar y Nora Brugman lucharán este miércoles a partir de las 15:43, en la Medal Race (la disputan los diez primeros y puntúa doble), por el oro olímpico en la clase 470. No dependen de sí mismos para subir a los más alto del podio, pero las matemáticas les dan posibilidades. Es mejor que nada y a ellas se agarran. Si algo tiene esta pareja española es su gen luchador y calidad. Mucha. Son los actuales números 1 del ranking mundial y los vigentes campeones del mundo y Europa. “Las Medal Race nos gustan, ya lo hemos demostrado este ciclo. Mañana iremos a muerte, hemos de hacer la regata de nuestra vida y estamos preparados para ello”, explicó un Jordi Xammar que desprende seguridad y confianza. Para el oro tendrán que esperar a Austria. A Vadlau y Maehr les sirve con quedar entre los cuatro primeros para asegurar su medalla de oro. A partir de ahí se abre el abanico y con él, las posibilidades de Xammar y Brugman para erigirse campeones olímpicos. Para arrebatarles el primer puesto a los austríacos deben superarles por cuatro puestos. Es decir, si los austríacos son quintos, España debería ganar la Medal Race.

El equipo español tiene clara la hoja de ruta: ganar la Medal Race y esperar. Porque se quiere el oro. Pero otro metal es posible, claro. Y sin depender de terceros, España asegurará la plata si es segunda y el bronce si es cuarta. Se antoja una Medal Race trepidante porque hasta seis barcos opositan a medalla. Xammar y Brugman no dudan que “a nuestro cien por cien somos un barco muy difícil de superar. Vamos a estar todos los barcos muy apretados y está claro que la prueba de mañana será más bonita para la gente que la sigue que para nosotros. Habrá presión y sufrimiento”.

Mañana se quiere competir y para ello, el viento deberá acompañar. No como hoy, martes, cuando la jornada fue, de nuevo, un suplicio. Con un viento residual y que hizo sufrir a la flota. Solo se pudieron disputar dos de las tres mangas previstas. Se apuró durante más de hora y media para dar una tercera salida, pero fue imposible porque el viento cayó y roló constantemente. El día estaba marcado en rojo por Xammar y Brugman como de remontada y se arrancó muy bien. La pareja española firmó un tercer puesto tras una regata memorable. Pese a penalizarse (con un giro de 360 grados) tras tocar la primera boya, fueron superando rivales eligiendo las viradas siempre bien. Respecto a sus máximos rivales, Austria, Japón y Suecia, fueron los mejores. Ello les dio moral, pero en la segunda manga del día les tocó vivir la otra cara de la moneda. Austria voló, entró en la segunda posición, y ello le hizo despegarse en la clasificación general. España fue sexta, lo que le sirvió para afianzarse en la segunda plaza de la general. Japón es tercera, a cuatro puntos; y Suecia, cuarta, a ocho.

Si alguien se ha ganado el derecho a soñar en este ciclo olímpico ha sido España. Son los que más éxitos han cosechado de toda la flota de 470 y Xammmar y Brugman han logrado colocar bajo el foco, de nuevo, a la vela: “Mañana, creemos que es el escenario perfecto para pelear por la medalla. Los austríacos pueden fallar y ahí estaremos para presionar. Lo que estamos viendo en estos Juegos es que es todo muy impredecible. Por ejemplo, en la primera manga de los Juegos hubo fueras de línea (de, entre otros, Austria) y vamos a ir a por todas”. Por último, Nora Brugman lanzó un aviso a navegantes: “Los que nos conocéis bien sabéis que Jordi y yo no tenemos piedad”. En caso de ganar una medalla, sería la segunda de Xammar tras el bronce de Tokio y la primera de la debutante Brugman.