Teresa: “Colgarme la medalla es un sueño que casi ni imagino”

EI equipo está por encima de todas las cosas. Teresa Abelleira (Pontevedra, 2000) lo tiene tan claro que solo se reivindica cuando entra al campo de fútbol. Con el balón en los pies. Hay cosas que se hacen hasta de forma involuntaria. De su cambio de rol y de la posibilidad de colgarse una medalla olímpica del cuello habla con AS antes de la semifinal entre España y Brasil (hoy, 21:00).

—¿Recuperada de las emociones del sábado?

—Sí, al final fue un partido súper emocionante de vivir, pero lo que tiene esta competición es que ya no te da para pensar más, sino solo en el siguiente partido.

—¿Qué cosas han apuntado para mejorar?

—Se nos complicó y estamos puliendo todos los detalles, tenemos que sacar más rendimiento a los aspectos en los que somos mejores, a cuidar más el balón. Esperamos estar más acertadas.

—Repiten rival, ¿están más preparadas?

—Si nos plantean lo mismo, en sus transiciones son muy peligrosas, tienen gente arriba con mucha calidad y velocidad y son muy intensas durante todo el partido. Sus jugadoras te encaran, reciben de espaldas y se giran, nos pueden hacer mucho daño. Eso es lo que más tenemos que cuidar. Este puede ser un partido totalmente diferente.

—¿Miran un poco de reojo si levantan la sanción a Marta?

—Estamos pendientes, pero con o sin ella son una selección muy potente.

—No obstante, ella el partido que seguro jugará es el de la lucha por las medallas, podrá despedirse bien de los Juegos...

—En ese sentido nos alegramos por ella, de que pueda despedirse como merece. Pero pienso que aunque ese hubiera llegado a ser su último partido, no nos íbamos a olvidar de todo lo que hizo en el fútbol internacional, de la jugadora que es y la persona que es.

—Hablando de Brasil, su nueva compañera en el Real Madrid Antonia Silva se fracturó el peroné... ¿pudo hablar con ella?

—Yo personalmente no, pero sí que María Méndez, que ya la conoce del Levante, nos contó cómo está. Es una pena que haya acabado así. También sé que en el Madrid está en unas muy buenas manos. Seguro que tiene una buena recuperación y esperemos tenerla pronto con nosotras en el campo.

—Contaba Montse Tomé que os preparaban con etapas del Tour y que os quedan dos, pero no queréis hablar del oro, solo de la final, ¿por qué?

—Sí, es ir poniéndose los objetivos, tampoco obsesionarse con nada. No hay que volverse locas, nuestro objetivo es llegar a París.

—¿Cómo estás llevando este cambio de rol con respecto al que tuviste en el Mundial?

—Lo importante es sumar al equipo, poner al equipo por delante de todo y creo que hay que estar preparadas mentalmente para el rol que te toque asumir y eso trato: que cuando soy titular, hacerlo lo mejor posible; al igual que cuando tengo 30 minutos o cinco. Hay que disfrutarlos y aprovecharlos porque no sabemos lo que va a pasar. Aquí mismo hay cuatro compañeras que vienen de reserva, saben que con su rol es muy difícil que puedan participar y ahí siguen trabajando. Hay que valorar cada momento que vivimos y sumar para el equipo. Y eso es lo que hago.

—Quizá parece que Patri y usted no pueden jugar juntas, pero lo han hecho, ¿cómo se sintió?

—Muy bien, con Patri me entiendo muy bien en entrenamientos, en el fútbol que hacemos, me parece un lujo jugar con ella, al igual que con todas las compañeras que tengo en el medio campo. Las posibilidades quizás son menos de compartir campo a la vez, pero lo que digo, siempre me baso en lo mismo. Nos pongan lo que nos pongan y los minutos que sean, hay que pensar en el equipo y a partir de ahí sacar el mayor rendimiento posible para que el equipo juegue bien y crezca.

—Cuarta ciudad, quinto partido, ¿agotador?

—Son un poco locura los kilómetros que hacemos con solo dos días de por medio entre partido y partido. Al final vienes de una prórroga, del hotel al campo de entrenamiento tienes 50 minutos en la van... Para el descanso no es lo mejor. Pero bueno es adaptarnos y no entrar en cosas negativas, sino centrarnos en lo que está en nuestras manos y a partir de ahí rendir en cada entrenamiento y cada partido.

—Lo bueno es que están conociendo todos los campos de Francia...

—Sí, y esperemos conocer otro más (la final se juega en el Parque de los Príncipes de París).

—Echando la vista atrás, ¿cómo le ha cambiado la vida desde su excelente Mundial?

—Es verdad que me sirvió para darme a conocer. Cuando el equipo responde y lo ganas, todas somos más conocidas. Pero yo soy la misma Teresa. Al final como futbolista se te reconoce más o te das más al escaparate. En estos Juegos tengo otro rol, pero sigo siendo la misma futbolista, hace un año que ahora.

—En clave club y tras el mercado de fichajes del Real Madrid, ¿qué expectativas tienen para la próxima temporada?

—Hay ilusión, tenemos muy buen equipo. Si todas sacamos una gran versión, podemos hacer una campaña muy buena y también tenemos ganas, sobre todo las que llevamos ahí más tiempo, de por fin decir que fue un año bueno y estar más cerca de un título.

—¿Qué supondría colgarte una medalla este fin de semana?

—Es un sueño que casi ni me imagino. El recuerdo que tengo de los Juegos Olímpicos es de verlos en casa con mi hermana, de que estén los mejores deportistas del mundo en la televisión y que ahora lo esté viviendo en primera persona es algo increíble.

Medallero de los Juegos Olímpicos