¿Quiénes son Diego Botín y Florian Trittel?
La pareja cántabro catalana de 49er es infinita gracias a su oro en París 2024. Inseparables desde hace años empezaron a navegar juntos en octubre de 2021.
La vela ya tiene la atención que merecía y llevaba tiempo demandando. Puede ser efímero, o quizás no, pero es que no hay nada como un oro olímpico para colocarse bajo el foco y todo esto gracias a Diego Botín y Florian Trittel. La pareja cántabro catalana de 49er es eterna tras el oro conseguido en París 2024 y ha provocado que haya interés por lo que pasa más allá de tierra firme. Botín y Trittel han elevado a la vela olímpica española de nuevo y la pregunta no tarda en aparecer: ¿Quiénes son Diego Botín y Florian Trittel? Lo primero que se viene a la cabeza es fácil: “Son el hambre y las ganas de comer”.
Diego Botín (25-12-1993, Santander) viene marcado por su apellido, pero no tardó en alejarse de la banca (aunque sea más de números que de letras) y lanzarse al mar. Y es que pasa más tiempo en el agua que en tierra. Y ya se sabe, papel mojado no vale. Es independiente y muy comprometido con el deporte, con la vela, que es su vida. Su padre, Gonzalo, fue quien le metió en el mar y es que “fue en barco antes de aprender a andar”. Con 7 años recibió para su cumpleaños, metido en una caja, su primer Optimist y su primera regata fue la de la ‘tortilla’ en Santander. Quienes lo recuerdan dice que “se empeñó en navegar. Era muy pequeño y aún así la acabó. Fue tremendo”. Ahí su familia se dio cuenta que iba para regatista gigante. Pasó por l’equipe, 420 y también ha navegado en J80 y practicado windsurf. Hasta que apareció el 49er, el barco de su vida. Santander se lo enseñó todo y es que su infancia la pasó viendo de cerca al equipo olímpico de 49er entrenar y competir. Es más, Santi López-Vázquez y Javi de la Plaza (fueron cuartos en Sídney 2000) llegaron a subirle de tercer tripulante en alguna ocasión.
Entre las aficiones de Botín están el surf y el golf. Sigue una alimentación omnívora, su plato favorito es la carne con patatas y verduras, y no duda en señalar a Rafa Nadal cuando se le cuestiona qué personaje le inspira, aunque en el mundo náutico los tiene muy cerca. De su misma sangre. Empezando por su padre, Gonzalo, que ganó varios mundiales y regatas de alto nivel a bordo del Tales II y su tío Marcelino. Éste es uno de los mejores diseñadores del mundo de barcos de alta competición y este año ha creado el AC75 del Alinghi Red Bull Racing para la Copa América. Diego se ha hecho un nombre y es de esos regatistas que pueden marcar una época.
Como Florian Trittel (24-01-1995, Suiza). Nació en el país helvético, pero lleva toda la vida en Barcelona. Es de esos regatistas irrompibles, que si algo quiere lo consigue. Se ha ido reinventando cada vez más porque en su currículum luce que ha navegado en Optimist, 29er, Formula Kite, Nacra 17, 49er, GC32, M32 y F50. Una etapa de su vida la pasó en Tarifa porque persiguió un sueño olímpico que no llegó porque, por aquel entonces, el kite no era olímpico. Así que optó por aceptar la propuesta de Tara Pacheco y competir en Nacra 17. Juntos fueron sextos en Tokio 2020. Pero, sin duda, la llamada que le cambió la vida fue la de Diego Botín. Éste, semanas después de perder el bronce con Iago López-Marra en 49er en Tokio 2020 (fueron cuartos empatados a puntos con los terceros) le dijo que quería que fuese su compañero en el ciclo hacia París 2024 y Trittel no dudó. Acierto absoluto porque forman una dupla de oro. En octubre de 2021 empezaron a entrenar y en febrero de 2022 ya se colgaron el oro en su debut en la Lanzarote Olympic Week. En abril, rozaron el podio del Trofeo Princesa Sofía (fueron cuartos) como en la Semana Olímpica Francesa en Hyères. Y a finales de junio fueron subcampeones de Europa. Un inicio espectacular que se ha ido mejorando todavía más.
Trittel comenzó a navegar con el Club Náutico El Balís de San Andrés de Llavaneras, en Barcelona y, de la mano de su padre, no tardó en dar qué hablar. Con 18 años se proclamó campeón del mundo juvenil en la clase 29er. Estudió Administración y Dirección de Empresas y fundó la empresa Flying Sardine, encargada de producir alerones de Kite. Como Botín, es omnívoro y su plato favorito son las castañas. Como ‘manía’ es que siempre viaja con su almohada para dormir y además de tener prácticas budistas, también mamba mentality, Ikigai, Kaizen, Wabi-Sabi y Hara Hachi Bu. Precisamente algo que les ha venido muy bien a ambos en estos Juegos ha sido el Samatha (práctica budista) que es la calma mental. Así se llama también su 49er con el que han hecho historia olímpica.