Plata del torbellino María Pérez
La bicampeona del mundo continúa con la exhibición de la marcha española en París 2024 y se cuelga la medalla de plata en 20 km que se une al bronce de Martín.
María Pérez ha completado la maravillosa mañana vivida por la marcha española en las dos categorías de los 20 km de los Juegos de París. El bronce de Álvaro Martín ha tenido un segundo capítulo en la plata del torbellino granadino de 156 centímetros. En una lección de paciencia, control, confianza y talento escrita con letras de oro tras el subidón del bronce Álvaro Martín, que coincidió con el fuerte alza de la temperatura en el circuito de un kilómetro en el Puente de Jena, sobre el río Sena; junto a los jardines del Trocadero, la Torre Eiffel y el Campo de Marte. El sol disfrutó tanto que quería plaza VIP para ver a las féminas.
La china Jiayu Yang, plusmarquista mundial, decidió ganar el oro de forma imperial. Escapándose sola y marcando un marchar imposible para el resto. Nadie parecía poder seguirla. La española demostró que sí, pero el guion de su estrategia tenía capítulos de nudo antes del desenlace. El doble oro mundial en Budapest 2023 fue midiendo. Llegó a estar a 45 segundos de la asiática, pero sabía que su ataque no podía ser tan largo. Esperó, seguramente luchando con su propia cabeza tanto o más que lo que estaba haciendo en el asfalto parisino ante sus rivales. Hasta que llegó el kilómetro 13. Ahí decidió sacar todo lo que tiene dentro. Que es una barbaridad. “Yo no tengo el talento de María”, contaba Álvaro Martín a AS en una entrevista. Palabra de bronce olímpico.
La diferencia respecto a Yang se reducía drásticamente kilómetro a kilómetros, lo que además significaba que aumentaba respecto a sus perseguidoras. El marchar de María era maravilloso, sin avisos, avanzando como una tuneladora. París temblaba con cada paso de la prodigiosa granadina, cuya cabezonería le ha llevado a convertirse en leyenda. No pudo dar caza al oro que Yang (1h25:54) dio a China, pero fue capaz de aguantar por delante del bronce de la australiana Montag (1h26:25) para colgarse la plata olímpica con 1h26:19. Gorra fuera, bandera de España en la mano, lágrimas, sonrisas... de la ya subcampeona olímpica. Laura García-Caro fue 7ª y Cristina Montesinos, 10ª.
María ha trabajado y peleado como nadie, aunque su talento fuera natural e innato. Ahora ha logrado una medalla olímpica. En 2022 fue descalificada por un marchar irregular en los Mundiales de Eugene y en los Europeos de Múnich. Sufrió lo indecible, lloró mucho. Y decidió cambiar la forma de desplazarse. Siempre junto a su entrenador Jacinto Garzón, con el que comenzó a practicar a los 11 y con el que sigue trabajando 17 años después, se puso manos a la obra.
Hizo de todo. Trabajo, modificaciones, consultas, dudas... A grandes rasgos, los cambios son dejar la pierna más atrás y la posición del tronco. Pequeños detalles pero he tenido que cambiar mi manera de marchar completamente”, explicaba María a este medio el pasado verano. Modificaciones que han hecho de la española una máquina perfecta y engrasada de marchar. Como ya era, pero en versión 5.0. “Lo que me pasó me hizo más fuerte”, recuerda el torbellino granadino. Campeona de Europa, bicampeona del mundo y medallista olímpica. Como Álvaro Martín. Dos referentes de la marcha, del atletismo, del deporte... y de la vida. Sus valores son la pelea, el trabajo y la humildad. Y aún falta el relevo mixto la próxima semana...