Antonio Carlos Ortega, un Hispano en la otra trinchera

“No me he parado a pensarlo. Voy a estar escuchando el himno japonés para defenderlo cuando el mío es el otro…”. Así contestaba a AS hace apenas unos días Antonio Carlos Ortega, entrenador del multicampeón Barça y seleccionador nipón a tiempo parcial para esta cita olímpica, cuando se le preguntaba qué iba a sentir cuando el miércoles 31 de julio a las 14:00 horas escuchase el himno en el hall 6 del South Paris Arena. Estas son las cosas del deporte. Aunque la denominación se remonta sólo a 2013, Ortega fue un Hispano de referencia. Extremo y lateral zurdo de calidad y corazón, se colgó la medalla de bronce en Sidney. Aceptó la propuesta nipona porque sabe que una experiencia olímpica es única.

Más allá de la estampa del himno, que no pasará de anécdota, el España-Japón de este mediodía tiene una importancia brutal con vistas a la clasificación de los Hispanos para cuartos, Un patinazo sería fatal. Los nipones son la ‘cenicienta’ del grupo, pero tampoco regalan los partidos. En la primera jornada, llegó a estar cinco goles arriba ante Croacia, que sólo pudo ganar en los últimos segundos. El suflé japonés bajó algo contra Alemania, pero España no debe relajarse, más teniendo en cuenta que las prestaciones del equipo no han sido las mejores en los dos primeros partidos contra Eslovenia y Suecia. El balance (1-1) obliga a una reacción.

Jordi Ribera mantiene la calma. Admitió que contra Suecia habían ido “a trompicones”, pero pronosticó que “el equipo irá progresando y creciendo”. “Si pasamos a cuartos iremos más arriba; y luego ya no hay límites”, se atrevió a decir Jordi Ribera. El primer mandamiento, pues, es ganar este miércoles. Más allá de las palabras del seleccionador, habrá que observar la respuesta del equipo al primer contratiempo, más si se advierte la juventud de un grupo que necesitará, de nuevo, el liderazgo de sus porteros, Maqueda o Dujshabaev, para volver a encontrar el camino.