Mar Molné y Fátima Gálvez, a un tiro de la perfección

A 300 kilómetros de París, en el Chateauroux Shooting Centre, una mini ciudad diseñada para las escopetas, este martes, el tiro olímpico español se tomó un cóctel de emociones. Por un lado, Alberto Fernández y Andrés García, que se habían dejado trabajo por hacer el día anterior, no consiguieron remontar para colarse entre los seis finalistas de la jornada; por el otro, Mar Molné y Fátima Gálvez, espléndidas, recuperaron la ilusión para la afición nacional. Todo pasó al mismo tiempo. Mientras Alberto apuraba sus opciones de clasificación, las chicas rozaban la perfección. La catalana, de hecho, la alcanzó, con 75 aciertos sin fallo, y la andaluza se quedó a un tiro de igualarla. Este miércoles, en las dos últimas rondas de clasificación (desde las 9:00), 50 platos más en total, partirán como primera y segunda camino de la final, que se disputará por la tarde (15:30).

Molné y Gálvez, una debutante y una campeona olímpica, empezaron su exhibición a primera hora de la mañana. La primera, de 22 años, consideraba “un sueño” el simple hecho de estar en los Juegos Olímpicos. Una vez con la escopeta en la mano, se puso a soñar con algo más. Primera ronda, 25 cartuchos y pleno. Segunda ronda, 25 cartuchos y pleno. Tercera ronda, 25 cartuchos... ¡y pleno! Como nadie más. La tiradora de El Morell (Tarragona), que empezó en el mundo de la caza con 14 primaveras por influencia de su padre, no dejó escapar ni uno de los 75 discos que pasaron por delante de su trayectoria visual. Bien cerquita, a modo de mentora, Fátima seguía su actuación y continuaba con la suya, que tampoco estaba mal. A la andaluza, una medalla en muchas quinielas, sólo se le escapó el octavo plato de su primera tanda. A un tiro de la perfección.

En el lado masculino, mientras, la actuación también era notable, pero no lo suficientemente buena como para colarse en una final muy exclusiva, que reparte premios para la mitad de sus componentes. En Tokio, Alberto Fernández, oro mixto al lado de Fátima (en París, la prueba no está en el programa), se quedó a las puertas de la final individual tras caer en el desempate; esta vez, se quedó a un acierto (tuvo 121 en total) de esos penaltis. Lo que le privó de estar en ellos, de hecho, fue el único plato del día que se le escapó. De la jornada anterior, arrastraba tres errores. En su cuarta ronda, volvió al trabajo con un pleno esperanzador. En la última, sin embargo, falló en su 15º disparo. Antes, ya se había despedido de sus opciones el joven Andrés García (20 años), que terminó con 118 aciertos. Cara y cruz a las puertas de un día esperanzador.