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PARÍS 2024 | NATACIÓN | CARLOS GARACH

“Lloraba tras nadar, pero la ansiedad ya no me frena”

Le pesó ser una gran promesa y hoy es una firme realidad. Carlos Garach vivirá los Juegos de principio a fin, con 20 años recién cumplidos. Nadará los 800 y 1.500 libres, más las aguas abiertas.

“Lloraba tras nadar, pero la ansiedad ya no me frena”
Javier Padilla / RFEN

Con los 20 años del tango (o de la canción de Serrat) recién cumplidos ya en París, este jueves justo en vísperas de la ceremonia inaugural, se estrenará en sus primeros Juegos un Carlos Garach que viene de ser campeón del mundo júnior en 800 y 1.500 metros libres, las mismas distancias que afrontará como olímpico, junto a la maratón de aguas abiertas, 10 kilómetros. “Habrá que tener la cabeza bien fría”, asume, en conversación con AS.

El granadino, todo un nervio, seguirá su ritual de ponerse canciones relajantes o baladas, “música triste”, antes de competir. Y será fiel a su preparación mental, superada la “mochila” de verse con la etiqueta de gran promesa de la natación española. “En el Europeo júnior (el pasado otoño) acababa llorando después de nadar”, confiesa, liberado de esos pensamientos que ahora utiliza en positivo para disfrutar del “sueño” de los Juegos.

La primera pregunta es de cajón: ¿cómo se lo monta para nadar las dos pruebas de fondo en piscina y luego las aguas abiertas?

Un calendario exigente requiere un entrenamiento exigente. Estoy acostumbrado a nadar en piscina y en aguas abiertas, en los Mundiales de Budapest, Fukuoka y Doha. Va a ser muy duro porque son muchos días. Voy el sábado a París, compito a partir del lunes y cuando acabe la natación en línea no tendré las aguas abiertas hasta el 9 de agosto. Será mucho estrés, y se añadirá el ambiente en la Villa Olímpica de la gente que va terminando sus competiciones. Pero hay que saber a lo que estamos, tener la cabeza bien fría y seguir entrenando hasta el final. Es duro, pero que merece la pena porque no mucha gente puede hacerlo.

¿Qué tipo de entrenamiento distinto, por ejemplo, al de un velocista o un espaldista, se necesita para aguantar tantas pruebas de resistencia?

Lo principal es tener muchísimo más nivel aeróbico. Tengo compañeros cuya media de entrenamientos ronda los 5.000 ó 6.000 metros. Nosotros, en un día normal, podemos llegar a hacer 9.000 en una sesión. Hacerlo con poco descanso y a una velocidad muy alta también nos genera consistencia.

Si no tengo mal entendido, el 1.500 es su distancia favorita.

Me gustan todas mis pruebas, pero el 1.500 es el que llevo nadando toda la vida, con el que siento más afinidad porque gracias a ello voy a ir a unos Juegos. Al hacer la mínima hace dos años (en abril de 2022, aunque sólo eran válidas las logradas desde mayo de 2023), eso me animó a seguir entrenándome y trabajando para alcanzar este sueño.

¿Sigue con la táctica de nadar en negativo, con la segunda mitad más rápida?

Un problema típico de los fondistas es que si empiezas muy fuerte te acabas desfondando, así que se intenta nadar lo más equilibrado, buscando un ritmo que a la vez sea competitivo y asequible. A mí me gusta sufrir, hago muchos entrenos de series negativas y aprieto al final. Y esa inclinación se ve reflejada en las pruebas.

Garach, en los Mundiales de Doha, en febrero.
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Garach, en los Mundiales de Doha, en febrero.OLI SCARFFAFP

“Me gusta sufrir, hago muchos entrenos de series negativas y aprieto al final”

Carlos Garach

Como plusmarquista español en 400 y 1.500 libres, el próximo reto es superar el récord de Marco Rivera en los 800?

Es una marca muy complicada, pero con el trabajo que hemos estado haciendo para los Juegos puedo intentar acercarme o incluso batirla. También es importante gestionar en París el nivel de estrés, el nivel físico. Aunque mucha gente sólo vea los resultados, somos personas y podemos tener un mal día.

¿Es cierto que le apuntaron a natación a los cinco años porque era un niño inquieto?

Me apuntaron mis padres porque era movido, porque querían ver en qué deporte encajaba y también para que no me ahogara.

¿Con qué edad se mudó a Málaga para formarse allí como nadador?

Con 16 años. He tenido una educación muy buena en mi casa, y luego otra en Málaga que me ha enseñado a valerme por mí mismo, a ser constante, a madurar al no tener a nadie que me ponga una lavadora o me haga la cena.

¿Cómo es que, en lugar de música cañera o motivacional, emplea relajante o baladas antes de competir?

De natural ya soy muy nervioso, y en las competiciones todavía me ponía más de los nervios, así que es una forma de tranquilizarme. Una o dos horas antes de la competición me pongo música que me ayude a relajarme, y en el momento de salir a competir ya me la quito para concentrarme al cien por cien. Empecé con una lista que tenía mi hermana en Spotify, y he ido incluyendo canciones. Aunque en función de la época a veces escucho Melendi, que es lo contrario, o Eminem. No siempre es música triste, pero sí suele serlo.

Garach, en las aguas abiertas de Fukuoka 2023.
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Garach, en las aguas abiertas de Fukuoka 2023. HIROSHI YAMAMURAEFE

¿Cómo se gestiona la etiqueta de gran promesa de la natación española para que suponga una motivación y no una presión innecesaria?

Es complicado. Te cae encima una mochila que tú no has pedido, porque lo que has hecho es tu trabajo. Por una parte, que la gente confíe en ti y que tengas un buen futuro te motiva. Pero también te añade la presión de que estarán muy pendientes de ti. Y tienes miedo al fracaso, a que hablen de ti y no consigas los resultados esperados. Es duro, pero al final lo trabajé con mi psicóloga, intento quedarme con lo bueno y con lo que sea constructivo.

¿Temió caer en un episodio de ansiedad, no digamos ya en una depresión?

Me pasó. Sobre todo, en mi primer año en Málaga. Después de hacer la mínima, todo el mundo empezó a hablar. Luego llegaron el campeonato del mundo y el de Europa, y no tuve muy buenos resultados. Y encima soy tonto, porque miraba las noticias, las redes sociales, lo que la gente opinaba, lo que me creó bastante ansiedad. En el Europeo júnior acababa llorando después de nadar, fatal, no podía, prácticamente quería dejarlo.

“En el Europeo júnior acababa llorando después de nadar”

Carlos Garach

¿Lo ha superado del todo?

A día de hoy me sigue pasando, pero no lo veo como algo malo o de persona débil, sino que necesito quitarme toda esa ansiedad que todo el mundo tiene de una forma u otra, y desahogarme. Al principio me asusté mucho porque no sabía qué me pasaba y no tenía ganas de hablar con nadie, a veces ni de comer. Creo que lo supe superar y ahora, cuando tengo malos episodios, hablo con mi entrenador o mi psicóloga y lo solucionamos para que no me frene.

Le coincidió además con la Selectividad. ¿Logró sobrellevarlo?

Sí, eso se añadió a todo. Se puede imaginar…

Pero lo logró. ¿Qué tal va ahora la carrera de Ingeniería Informática?

Es difícil compaginarlo cuando te entrenas seis horas al día. Voy aún por primero, intento sacarme un curso cada dos años. Tengo en mente, y toco madera, seguir ocho años, hasta los Juegos de Brisbane 2032, y en paralelo sacarme la carrera, porque la natación no te da para vivir toda la vida.

¿Es posible que su otra vocación pasara por ser militar?

Sí. Me quería meter en el ejército después de Selectividad pero con los resultados que iba obteniendo preferí representar a España en el agua. Y más adelante ya lo haré como militar.

“Me quería meter en el ejército después de Selectividad, pero preferí representar a España en el agua”

Carlos Garach

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