Llega el piragüismo: flechas hacia la diana del medallero

Las flechas que deben contribuir a dirigir a España hacia la diana de las 23 medallas, a las que aún no se renuncia, están en el canal de Vaires-sur-Marne. Son kayaks y canoas. Es el piragüismo esprint, que en los Mundiales de 2023 fue segundo en el medallero sólo por detrás de la anfitriona Alemania, con cinco metales en pruebas que están en el programa de París.

En la primera jornada este martes (desde las 09:30 horas) entran en liza los K4 400 masculino y femenino con Saúl Craviotto (quintos Juegos) y Teresa Portela (séptimos con 42 años) en sus tripulaciones, el C2 500 de María Corbera y Antía Jácome (claras opciones en C1 también) y el de Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez, los K2 500 de Marcus Cooper y Adrián del Río (el futuro, 21 años) y Carlos Arévalo con Rodrigo Germade, y el K2 500 de Carolina García y Sara Ouzande. Todos, con el objetivo de estar entre los dos primeros de sus series para ir directos a semifinales y ahorrar energía.

El K4 500 de Craviotto (final, jueves 13:50) es la joya de la corona. Él, a sus 39 años, podría convertirse en el deportista español más laureado. Tiene las mismas cinco medallas que David Cal, aunque de más valor (dos oros, dos plata y un bronce) y aspira a la sexta. “Venimos a por todo, a por el oro, pero si luego es otro metal, genial. Las sensaciones son positivas y tenemos las mejores cartas, pero siempre hay incertidumbre”, explica.

En esa flecha de 11 metros repiten los mismos que fueron plata en Tokio y oro en el Mundial 2022: Arévalo, Germade y el abanderado Marcus Cooper. Los mismos que, sin embargo, en 2023 fueron séptimos. “Estuvimos a dos posiciones de no clasificar. Para nosotros no fue un buen resultado. Pocas veces habíamos fallado, y lo malo lo hemos llevado al terreno bueno. Vamos con un chute extra de humildad”, cuenta el mallorquín.

Ahora, llegan con “más potencia”. “Nos faltaba la sincronización del empuje dentro de la piragua, de la cadera y las piernas. Si lo ves desde fuera, crees que el piragüismo son sólo brazos, pero qué va. Estamos logrando hacer el impulso interior de las piernas de forma más acoplada, y entrando al agua con más potencia. Una cosa son los vatios que puedes aplicar y otra la velocidad con la que la pala entra al agua. Es una forma más explosiva y agresiva”, detalla Cooper, metódico como pocos.

El K4 500 femenino (final, jueves 13:40) se presenta con un perfil más bajo, pero con el crédito de un bronce mundial en 2023. Alrededor de Portela, plata en K1 200, la Federación reunió en Verducido (Pontevedra) a Sara Ouzande, Estefanía Fernández y Carolina García. Su punto de ebullición debería alcanzarse en los Juegos. El piragüismo ya está aquí. Y España le espera para dar el salto en el medallero.