Lazkano, contra las bestias: “Pensar en una medalla es una responsabilidad”

No era el ciclista llamado a doblar, pero los problemas de Juan Ayuso en el Tour (coronavirus) hicieron que a Oier Lazkano, al que la victoria se le resistió en tierras francesas, se le apretara la agenda en París, donde podrá resarcirse. “Al final es una oportunidad más y era algo que no podía rechazar. Estoy muy contento de tener dos carreras, aunque haya sido de rebote”, dice el corredor español, en las filas del Movistar, aunque con el horizonte incierto (”mi futuro está en la crono”, zanja entre risas), en conversación con AS. Este sábado (16:32), el vasco, ya consumado clasicómano, será el encargado de representar al ciclismo patrio en la contrarreloj de los Juegos Olímpicos. Antes, en la prueba femenina (14:30), también lo hará Mireia Benito. Por primera vez en la historia, en un mismo recorrido completamente llano, a través de varios de los puntos más emblemáticos de la Ciudad de la Luz.

En total, los corredores afrontarán 32,4 kilómetros y solamente 150 metros de desnivel. Por el camino, dejarán atrás la Explanada de Los Inválidos, donde se situará la salida. Después del distrito de Saint-Germain-des-Prés, se cruzará el Sena por el Puente de Sully para llegar a la Plaza de la Bastilla. Por el camino, y tras cruzar el Bosque de Vincennes, el ciclismo francés rendirá homenaje a su historia con el Vélodromo Jacques Anquetil, sede en los Juegos de París 2024 y meta del Tour entre 1968 y 1974. Con la Torre Eiffel como telón de fondo, el final del trayecto se situará en el Pont Alexandre III, otra vez el centro de la acción parisina un día después de la ceremonia de inauguración. “Sí, me ha dado tiempo a mirarlo”, bromea Lazkano sobre un recorrido que inicialmente no estaba en sus planes.

Sin ningún tramo que apunte al cielo, las curvas se presentan como los mayores obstáculos, con varios giros de 90º. Por ello, el día parece reservado a los grandes especialistas del pelotón. En la prueba femenina, sin Marlen Reusser por una infección viral, el abanico se ha abierto (Elisa Longo Borghini, Demi Vollering, Ellen van Dijk, Lotte Kopecky, Chloe Dygert, Grace Brown...). “Hay mucha gente que lleva preparándose desde hace mucho tiempo. Me dicen que por ganar los Nacionales soy una de las favoritas, pero hay que tener los pies en el suelo”, dice Benito. En el catálogo masculino, las bestias asoman. Sin el vigente oro olímpico, Primoz Roglic, el campeón del mundo, Remco Evenepoel, que este viernes se mostró indignado con el estado de las carreteras, parte un paso por delante del resto. “Es un recorrido de mierda. El asfalto está lleno de agujeros”, criticó el belga. Filippo Ganna (doble campeón del mundo) y el británico Joshua Tarling (vigente campeón de Europa) son los hombres llamados a disputarle la silla caliente.

La ruta, “un caos”

“Pensar en lograr una medalla es una responsabilidad. Vengo a dar lo máximo de mí y, si lo doy todo, acabaré contento, sea en la posición que sea. Esa es mi gran motivación, sacar lo mejor de mí”, analiza Lazkano, consciente de las dificultades para asaltar el podio de la contrarreloj, en la que también estarán nombres como Wout van Aert, Stefan Küng, Mikkel Bjerg, Stefan Bissegger, Brandon McNulty o Tobias Foss. La prueba en ruta, dentro de una semana, la mira con otros ojos. “Hay que ir con la mentalidad y el pensamiento de que va a ser una carrera muy caótica en la que puede pasar cualquier cosa. Este tipo de pruebas con tan poca gente no son habituales, hay que estar preparado para todo. Haremos un ejercicio de imaginación”, apunta Oier, que entonces estará acompañado de Ayuso y Alex Aranburu. Antes luchará contra el crono.

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