Las estrellas de los Juegos

Los Juegos Olímpicos 2024 de París ya son historia, pero serán varios los nombres que permanecerán en el recuerdo. La capital francesa, la Ciudad de la Luz, se iluminó con nuevas y viejas estrellas. En La Defense Arena, en el Stade de France, en Roland Garros, a los pies de la Torre Eiffel... y en muchos más rincones de una edición de película. A continuación, repasamos los deportistas más destacados.

-Léon Marchand. Introvertido, apocado, se plantaba Léon en La Défense Arena con la enorme presión de ser la esperanza de los anfitriones. El pupilo de Bob Bowman no solo no defraudó sino que ya de primeras se colgó el oro del 400 estilos destrozando el récord olímpico de Michael Phelps ante los ojos del norteamericano. Y siguió sumando títulos y plusmarcas olímpicas en 200 estilos, 200 braza y 200 mariposa. Incluso un bronce en el 4x100 estilos mixto. Y París enloqueció.

-LeBron James. El Elegido aterrizó con dos misiones en París. Llevar a Estados Unidos, en su último viaje con el Team USA, al quinto oro consecutivo; y ayudar a Durant en convertirse en el primer baloncestista (masculino) con cuatro otros consecutivos. Lo hizo siendo el MVP del torneo a sus 39 años. LeBron, uno de las claves en la construcción del Redeem Team a partir de 2007, dejó su sello en París, pero cerró casi al 100% la puerta para Los Ángeles 2028.

-Katie Ledecky. ‘Legendecky’ la rebautizaba una pancarta el sábado 3, el día en que hizo historia. La estadounidense se convirtió en la primera mujer en coronarse tetracampeona olímpica de una misma prueba de natación, el 800 libre, y también ganó el 1.500. Ya es la nadadora y la deportista en general con más oros, nueve, en esto último igualada con la gimnasta Larisa Latynina.

-’Mondo’ Duplantis. El sueco volador lo volvió a hacer. No ganar el oro en pértiga, algo que nadie dudaba, sino derrotarse a sí mismo de nuevo. Récord mundial con 6,25 en un Stade de France abarrotado (80.000 espectadores) y entregado al prodigio que rompió la plusmarca planetaria por novena vez. Con 24 años, su límite es más alcanzar el cielo. Demostró que no hay rival que ni le presione. Su primer nulo del concurso llegó en el mencionado 6,25.

-Simone Biles. El prodigio de la gimnasia regresaba a los Juegos tras la tormentosa edición de Tokio 2020 y su retirada de varias finales tras su episodio de ‘twisteis’ (bloqueo mental en el que se pierde la orientación en el aire). En París se vio la fusión entre la atleta perfecta (tres oros y una plata) con la Simone más humana, que falló al perder un pie y caer en la final de la barra de equilibrio; y salirse dos veces del tapiz en el suelo.

-Remco Evenepoel. Para el recuerdo. Evenepoel logró en París lo que nunca antes había logrado ningún otro ciclista masculino (en femenina, Van Morrsel en Sídney 2000). El belga se colgó el oro tanto en la prueba en ruta como en la contrarreloj. En su llegada a la Torre Eiffel, se bajó de la bici, se puso de pie y abrió los brazos para dejar una foto icónica.

-Summer McIntosh: Lo que ha conseguido la canadiense con 17 años no lo logra nadie, salvo los elegidos, en toda una carrera. Campeona en 200 y 400 estilos y en 200 mariposa, con dos récords olímpicos, y plata en el 400 libres, es un botín que la convierten en la nadadora con más futuro pero también de absoluto presente. Y también obtuvo tres cuartos puestos en pruebas de relevos.

-Diana Taurasi. A sus 42 años, se convirtió definitivamente en leyenda con su sexto oro olímpico. Con menos participación con motivos obvios en estos Juegos, la alero con raíces argentinas es referente para generaciones. Conocida como la “White Mamba”, se va, además, sin haber perdido jamás un partido en los Juegos con la selección de Estados Unidos y deja una marca difícilmente alcanzable para una jugadora.

-Isabell Werth. La leyenda continuó. Con 55 años, la alemana Isabell Werth consiguió dos oros más en doma clásica (individual y por equipos) para ampliar su palmarés a ocho. En total, tiene 14 medallas olímpicas, siendo la jinete más condecorada de todos los tiempos y de su país.

-Sydney McLaughlin. La extraterrestre del 400 vallas tenía un duro test ante la neerlandesa Femke Bol. Un duelo que muchos analistas veían muy igualado y que en la práctica definitiva, en la final olímpica fue un paseo militar para la estadounidense que, de paso, rebajó su récord mundial en 0.27 para dejarlo en 50.37. Un tiempo que le habría dejado a 0.20 de entrar en la final de 400 metros... sin obstáculos. Además, se colgó un segundo oro en el 4x400.

-Shinnosuke Oka. Con 20 años, Oka se erigió como líder de la poderosa gimnasia artística japonesa para colgarse cuatro medallas. El nipón, que asumió el liderazgo de su compatriota Daiki Hashimoto, subió a lo más alto del podio tanto en el concurso completo por equipos como en el individual. Un bronce en las paralelas y otro oro en la barra horizontal completan la colección.

-Gabrielle Thomas. La velocista de Atlanta (27 años) se va de París como la atleta con más medallas de oro, tres. La neurobióloga por Harvard, que estudia un master en epidemiología y gestión de la salud en la Universidad de Texas venció individualmente en los 200 metros, además de formar parte de los éxitos en los relevos de Estados Unidos tanto en el corto del 4x100 como en el largo del 4x400.

-Sifan Hassan. El reto al que se enfrentaba la neerlandesa era titánico (también estaba inscrita en el 1.500, pero renunció). Quería emular la triple medalla de oro que consiguió Emil Zatopek, la locomotora humana, en Helsinki 1952. Hassan no lo logró pero se va de París con tres metales: bronce en 5.000 y 10.000, y un maravilloso oro en la distancia de Filípides conseguido tras un esprint apoteósico en los Inválidos frente a la plusmarquista mundial, la etíope Tigist Assefa.

-Novak Djokovic. Después de cinco intentonas y sólo un bronce, el serbio se alzó con el oro olímpico en un partido fabuloso frente a Carlos Alcaraz. A sus 37 años, ya tiene el Golden Slam, los cuatro grandes y el oro olímpico. A los que suma siete títulos de maestro y la Copa Davis. “Es el triunfo que pongo en la cima de mi carrera”, declaró el serbio, que se sentía frustrado con los Juegos y no ha ganado ningún título este año. Parecía reservarse para esto.

-Teddy Riner. La dimensión del gigante del judo en Francia lo dice que fuera elegido para el último relevo de la antorcha junto a la atleta Marie Jose Perec. Y devolvió el cariño con un quinto oro olímpico a sus 29 años. En la categoría de los superpesados y en el equipo mixto, el Obélix de Francia subió a los más alto del podio. Tiene 35 años, pero no se va: “¿Por qué retirarme? Estoy muy bien”.

-Mijaín López. Conquistó su quinta medalla de oro en lucha grecorromana, en los 130 kg. El cubano de Herradura desempató así con los nadadores Michael Phels y Katie Ledecky, el atleta Carl Lewis, el regatista danés Paul Elvstron y la luchadora japonesa Icho Kaori, que ganaron cuatro oros en la misma prueba en los Juegos. Tras finalizar, se quitó las botas y las posó en el tapiz escenificando su retirada.

-Lisa Carrington. A sus 35 años, sumó tres oros en París (K4 500, el K2 500 y K1 500) para un total de ocho en su historial olímpico. En Mundiales, luce seis oros, cinco platas y dos bronces. La neozelandesa igualó con ocho oros en piragüismo a la alemana Birgit Fischer, que compitió entre 1980 y 2004 con la Alemania del Este. La reina de la piragua está a solo una medalla de oro de la gimnasta soviética Larysa Latinina y la nadadora estadounidense Katie Ledecky, con nueve cada una.