La puerta 2 rompe el sueño de Maialen: “No he podido poner la guinda al pastel de los Juegos”

“Voy a buscar mi mejor versión”, dice Maialen Chourraut (Lasarte-Oria, Guipúzcoa, 41 años) antes de afrontar la semifinal de K1 en el canal de Vaires-sur-Marne, construido al noreste de París por los empleados de los Talleres Nacionales (organización destinada a dar trabajo a los parisinos desempleados tras la revolución de febrero de 1848). En un lugar que sirvió para que muchas familias empezaran de nuevo la triple medallista olímpica (bronce en Londres 2012, oro en Río 2016 y plata en Tokio 2020) veía similitudes: “Hoy empieza todo de cero, hay que ir paso a paso”.

Pasó la serie en el puesto 13º y la semifinal en el 11º (entraban doce en la final) tras pasar problemas en la puerta 2 y sortear las difíciles 7 y 8 sin penalización. Llegaba la lotería de la 14, la que incluye un torbellino que te puede sacar o meter del cauce ideal. Maialen no contó con los astros de la fortuna, pero aún así sacó su enorme talento para capear las dificultades y meterse en la ronda de las medallas. Ahí todas empezaban de cero. Pero Maialen volvió a encontrarse con el fantasma que le ha hecho sufrir en París 2024. “Va a soñar muchos días con la puerta 2. Ha vuelto a fallar en la misma. Es lo que me ha repetido al llegar. En la primera ronda, en la semifinal y ahora en la final. Lo ha visto un montón de veces en el vídeo, pero creía que lo tenía controlado. Obviamente, no ha sido así”, decía Xabi Etxaniz, su entrenador y pareja.

La sanción de 50 segundos le dejaba en el fondo de la clasificación. No había consuelo posible. El único es que su participación en París no ha terminado. “No he conseguido hacer bien la puerta 2 en ninguna de las bajadas. Y si digo la verdad... en los entrenamientos tampoco me salía. Hemos trabajado el máximo de trayectorias posibles, pero a mí no me sale como a las demás. Parece ser que es sencillo, pero no lo he conseguido. Pensaba que ya la tenía, pero no era así. Se me ha atravesado, no hay más. El agua me afectaba mucho a la piragua y no coge más profundidad en el movimiento. No he podido poner la guinda al pastel de mi carrera en los Juegos. Es una pena terminar así, pero me siento afortunada de todo este apoyo que he sentido. Seguramente esta ha sido mi última bajada en K1 en unos Juegos, pero aún me queda el kayak cross”, aseguraba Maialen ante los medios presentes.

Del viernes 2 al lunes 5, Chorraut inicia el camino en kayak cross, una nueva modalidad en los Juegos en la que cuatro piragüistas caen a la vez desde una rampa de dos metros de altura y luchan en una carrera en la que se pueden tocar las puertas, realizar un esquimotaje (giro de 360º con la cabeza bajo el agua) y donde casi todo está permitido. “¡Un poco ‘Humor amarillo’, a lo bruto y con muchos factores incontrolables”, compara Etxaniz con el célebre programa de televisión.