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PARÍS 2024 | DAVID POPOVICI

“Iba a comer una hamburguesa y perdí el récord del mundo”

A Popovici le “estimula” sentir que debe recuperar la plusmarca de 100 libre. “El año pasado fue difícil en mi vida personal”, se sincera en AS. Y asegura que a los Juegos irá “a pasarlo bien”.

David Popovici.
DANIEL MIHAILESCUAFP

Follow Jesus” (Sigue a Jesús) suelta con sorna David Popovici (Bucarest, 15-09-2004) al redactor de AS, que le acompaña por todo el perímetro de la piscina Pere Serrat, la casa del Club Natació Sant Andreu y la sede hace unos días del Gran Trofeu Internacional Ciutat de Barcelona, mientras a cada paso le frenan niños, otros no tan jóvenes, incluso nadadores que también participan en el Mare Nostrum, para pedirle autógrafos, ‘selfies’, para preguntarle en castellano “¿de verdad que eres campeón del mundo?” como hizo una niña de unos cinco años, y él de pronto entenderlo perfectamente, sonreírle, y contestarle: “Claro que sí”.

“Lo de Jesús no lo digo por mí, eh, sino porque Jesucristo está en todas partes”, matiza el nadador, que igual ha pensado que su broma podía haber sonado arrogante. En absoluto. Popovici desprende naturalidad, la propia de un chaval de 19 años, y es amable y paciente con todo aquel que le saluda. Da igual que acabe de competir, y ganar con la mejor marca mundial del año en los 200 libre (1:44.74), una de las pruebas que le encumbraron en un pedestal que la libélula de Bucarest espera recuperar, e incluso sublimar, en menos de dos meses, en los Juegos Olímpicos de París.

David Popovici se atiborró a firmar autógrafos en el Club Natació Sant Andreu.
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David Popovici se atiborró a firmar autógrafos en el Club Natació Sant Andreu.DIARIO AS

Por delante de otro campeón del mundo, Hwang Sunwoo, ha conseguido la mejor marca de la temporada en 200 libre. Se le nota muy ligero. ¿Esperaba encontrarse tan bien?

La verdad es que lo hice mejor de lo que esperaba. Me estoy encontrando muy bien, es cierto, y me encanta nadar en una piscina al aire libre (la Pere Serrat cuenta con techo retráctil). Pero esas son por ahora las únicas buenas noticias.

La meta, obviamente, son los Juegos…

Sí. El Mare Nostrum es parte de la preparación. Ahora vendrán los Europeos, luego los Juegos Olímpicos y después… unas merecidas vacaciones (ríe con picardía). Naturalmente, todo pasa por llegar en mi mejor forma y en los mejores tiempos a París. Por eso no fui a los Mundiales de Doha, por eso he hecho las marcas que he hecho en Barcelona sin que sean los mejores que puedo ofrecer, y por eso no he participado en muchas competiciones. Es en los Juegos donde tengo que nadar extremadamente rápido. Para eso llevo tres años preparándome.

Para recuperar, entre otras cosas, el récord del mundo de los 100 libre que en Doha le arrebató Pan Zhanle (46.80). ¿Lo vio en directo por televisión, o como se enteró?

(Sonríe) Iba a comer una hamburguesa con mi novia y me enteré de que había perdido el récord del mundo. Enseguida mi entrenador me envió un mensaje con su tiempo. Después de eso dejé de usar Instagram durante un tiempo. Bueno, en realidad dejé las redes sociales en general.

¿Se lo tomó mal?

Al principio estuve un poco desconcertado, y sorprendido. Pero muy pronto me empecé a sentir motivado, precisamente porque el récord dejaba de ser mío, porque tendría que luchar para recuperarlo. Eso me estimula.

Después de sus dos oros mundiales en 2022, el año pasado en Fukuoka no pudo alcanzar ningún podio, sólo un cuarto puesto en los 200 libre. Y un bronce en Otopeni, en casa, en el Europeo de piscina corta. ¿Qué fue lo excepcional, lo de Budapest o lo de Fukuoka?

Yo creo que más bien el año pasado fue distinto.

¿Por qué?

Por un lado, tuve que afrontar los exámenes finales en el instituto. Por otro, realmente fue un periodo difícil en mi vida personal. Pero lo asimilo como lo que es el deporte, que está repleto de subidas y bajadas. Me aburriría mucho, y todo el mundo lo haría, si sólo ganara o sólo perdiera, es mejor que sea algo más dinámico. Así que el año pasado fue simplemente un paso en el proceso. Y no me importa lo que pase este año porque sé que voy a hacerlo lo mejor posible y que en cada entrenamiento hago lo que me gusta.

“Mi objetivo en los Juegos es pasarlo bien. Si me preparo para el oro y pierdo, acabaré devastado”

David Popovici

¿Su objetivo, tras debutar en Tokio 2020 con sólo 16 años, es el oro olímpico en 100 y 200 libre?

No. Mi objetivo es pasármelo bien en los Juegos Olímpicos y estar preparado todo lo que pueda para entender que lo que venga, bienvenido será. Porque si me preparo para una medalla de oro y esa es mi única expectativa, en caso de ganar me habré autoengañado creyendo que he completado la misión, y si pierdo, voy a acabar devastado. Así que intento no pensar en ello. Sencillamente, disfruto del camino.

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