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GIMNASIA ARTÍSTICA

De no conocer la gimnasia en Chad, a luchar por París en cuatro años

Anne Marie, Actha, Cecilia, Grace y Bonte entrenan en Madrid gracias al proyecto que pretende cambiar la mentalidad de un país. Mañana lucharán por la plaza olímpica.

De izquierda a derecha Cecilia, Anne Marie, Actha y Grace, Bonte en el suelo.
Juan AguadoDiarioAS

Sylvia García recibe ilusionada a AS en el Polideportivo Pradillo. Escribisteis sobre Laura Casabuena y consiguió la plaza olímpica. Ojalá nos traigáis la suerte a nosotras”, bromea, pero no demasiado en broma, la directora del Club de Gimnasia Artística de Pozuelo de Alarcón. Las palabras de Sylvia, por descabelladas que suenen, pasan inmediatamente a ser un reto que afrontar. El ejemplo lo pone ella misma mientras relata de dónde surgió el actual objetivo: “Dijimos: ‘Ya hemos hecho una escuela de gimnasia en Chad, ahora a los Juegos’”.

Anne Marie, Cecilia, Grace (todas de 16 años), Actha (15) y Bonte (12) son las protagonistas que intentarán poner el proyecto en el foco mediático en París. Ellas descubrieron la gimnasia de la mano de Sylvia: “Hacíamos cosas básicas en un suelo como este”, dicen señalando una colchoneta de apenas varios centímetros. Nada comparado con el gimnasio en el que hoy entrenan como profesionales, algo en lo que se han convertido en apenas tres años y siete meses, desde septiembre de 2020, cuando tuvieron contacto por primera vez con los aparatos.

Ahora, entrenan como si hubieran nacido sabiendo y disfrutan cuando les das a elegir dónde posar. Mientras las chicas hacen análisis de su actuación en una competición pasada junto a Ángela Domínguez, su entrenadora; Sylvia termina de atar los preparativos para este viernes, 3 de mayo. “Ya tenemos la equipación de Joma y hoy les he comprado neceseres y cosas de aseo”, cuenta a AS como una madre previsora.

Actha y Grace arriba; Anne Marie, Cecilia y Bonte abajo posan divertidas.
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Actha y Grace arriba; Anne Marie, Cecilia y Bonte abajo posan divertidas.Juan AguadoDiarioAS

Las que son casi como sus hijas competirán por la plaza olímpica este viernes (a excepción de Bonte, por edad) en el Campeonato Africano de Gimnasia en Marrakech, en el que solo la mejor gimnasta del continente conseguirá el billete. Dada la complejidad, el equipo ya solicitó una invitación para el Comité Olímpico Internacional, y para lo cual debían cumplir el requisito de haber intentado clasificarse para París. Lo cumplen todo, ahora solo queda esperar a la aceptación por cualquiera de las dos maneras, porque “las Copas del Mundo eran inviables por lo económico”. A pesar de trabajar por igual, solo una de ellas podrá ir a los Juegos, algo que todas perciben como “una responsabilidad”, pero que “no va a suponer ningún motivo de rencores”.

Las chicas calientan mientras sonríen nerviosas ante la presencia de un fotógrafo, a pesar de que “nos vamos acostumbrando a los medios”, dicen tímidas. “Hablan poco”, cuenta Sylvia, que explica que trabajan con ellas tanto lo deportivo como lo mental. “Les decimos que expresen emociones, que se quejen”, algo necesario para unas niñas educadas bajo la necesidad de acatar órdenes y estar en segundo plano. “Son también muy obedientes”.

Sylvia García, directora técnica de la Federación de Chad y directora del Club de Pozuelo de Alaracón.
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Sylvia García, directora técnica de la Federación de Chad y directora del Club de Pozuelo de Alaracón.Juan AguadoDiarioAS

En ese mismo pabellón en el que las chicas ya ejercitan cada una un ejercicio surgió la iniciativa en 2015. La semillita la puso el padre Camille, quien vio en Sylvia la determinación, y en la gimnasia artística, la oportunidad para hacer de las niñas en Chad, mujeres fuertes y con voz. Ramón Grosso, presidente de la Fundación con el mismo nombre en honor a su padre (futbolista del Real Madrid), puso en contacto a ambos y apadrinó el proyecto. Tenían los ingredientes necesarios para volar a Chad y “darse de bruces con la realidad”, en la que las mujeres no tienen apenas opciones para educarse y desarrollar una vida independiente. El 67% de las niñas contraen matrimonio antes de los 18 años y el 30%, antes de los 15, según Unicef. Cuando lo hacen, abandonan la escuela (a la que tampoco acuden con regularidad).

“El objetivo final es cambiar la mentalidad de un país a través del deporte”, reconoce Sylvia que enarbola los valores del deporte en positivo. En 2016 crearon la escuela de gimnasia exclusiva para mujeres en Toukra, “para hacerlas conscientes de lo que pueden ser”, algo que las empoderó. De ahí, asumieron el reto de crear desde España, y con ayuda del COE, la Federación de Gimnasia de Chad, de la que Sylvia es directora técnica, en un país en el que no existía la disciplina y en el que nadie tenía conocimientos al respecto. “En unos años tendrán a cinco entrenadoras chadianas” que ahora hacen sus ‘pinitos’ con los clubes de los que cada una es responsable en Chad. “Ellas crearon una normativa, vestuario, horario… Y ahora semanalmente nos mandan vídeos que revisan ellas y yo”, explica Sylvia.

Anne Marie, Cecilia, Grace y Bonte calientan durante su entrenamiento.
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Anne Marie, Cecilia, Grace y Bonte calientan durante su entrenamiento.Juan AguadoDiarioAS

“Cuando el padre Camille explicó a las niñas lo que era les dijo: ‘una mezcla entre baile y deporte’”. Cuesta explicarlo para quienes nunca lo han visto. Más aún cuesta expandirlo en un país “en el que no hay agua caliente ni luz y en verano das clase de gimnasia a 55 grados”. Otro obstáculo fue la burocracia, que no fue fácil con estas condiciones. “Para viajar a España, tuvieron que ir las cinco a Camerún, a 1.700 kilómetros” a la embajada española. “Fueron los peores siete días de mi vida”, reconoce Sylvia.

Por el contrario, ahora, el proyecto podría vivir uno de los mejores días de sus casi diez años de vida. Sylvia lo sabe, también Anne Marie, Cecilia, Grace, Actha, Bonte, Ramón Grosso y todos esos nombres propios, empresas e instituciones que han apoyado un proyecto de país que nace de la gimnasia y de la “Tarna: forma de quererse entre humanos”, señala Sylvia la palabra que lleva tatuada. Las cinco gimnastas saben que son pioneras. Las primeras gimnastas de Chad sonríen al escucharlo. Saben que una de ellas podría ser la novena mujer en representar a su país en unos Juegos, la primera en llevar la gimnasia de Chad a escena y la única en alzar la voz para reclamar un lugar en el mundo y un lugar para la mujer en Chad. Como diría el padre Camille, Taa Kem (creencia en que se puede) y mucho trabajo.

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