España, novena en el Sena con dos amarillas a González: “Pido perdón al equipo...”
Alemania, campeona en una gran carrera de España que hubiese sido sexta de no ser por dos infracciones en las polémicas aguas parisinas.
El Sena y sus bacterias, las E.coli y los enterococos, volvieron a dar tregua para que los triatletas pudiesen nadar en sus aguas en el relevo mixto, en el que se coronó Alemania (1:25:39), con Estados Unidos y Gran Bretaña repartiéndose el podio en la foto finish (1:25:40). España terminó novena (1:27:30), a un puesto del diploma olímpico lastrada por dos penalizaciones de 10 segundos. Sin ella, habrían sido sextos.
Otra vez, los deportistas se tiraron las polémicas y turbias aguas que se regaron con 1.400 millones de euros de inversión para depurar un tramo que permitiese la competición. Pero no todos salieron. El suizo Adrien Briffod, con problemas intestinales tras ser 49º en la prueba individual, fue sustituido. Bélgica, directamente, no participó pues Claire Michel (38ª) estaba en el hospital, afectada por el E.coli. El Comité Olímpico Belga instó a que se “aprenda la lección” para próximas competiciones y se garantice “que no haya incertidumbre para los deportistas, el entorno y los aficionados”.
Con esas, España arrancó con Alberto González (octavo individual) que no debió pensar mucho en el agua, pues salió primero de ella, aunque con 20 segundos de penalización por tomar impulso en un barco y una maniobra antirreglamentaria. Fantástico, llegó con los mejores para dar el relevo a Anna Godoy. En la bici, habían caído dos de los favoritos, el neozelandés Hayden Wilde y el francés Pierre le Corre, lo que dejó muy atrás a los anfitriones.
Godoy, fantástica sobre los 300 metros de natación, 7 km en bici y 1,8 corriendo fue capaz de pasarle el testigo (figurado) a Antonio Serrat cuarta. El vigués, sin embargo, se fue descolgando hasta caer a la décima plaza y dar paso a Miriam Casillas. La extremeña tampoco se arrugó y salió séptima a correr, pero tuvo que pararse los 20 segundos de la penalización. “Los más largos de mi vida”, contó después.
“Asumo mi culpa y pido perdón al equipo, aunque en la penalización por cruzarme de derecha a izquierda no he perjudicado a nadie. Me dolió mucho cuando lo vi, y mis compañeros supieron gestionar muy bien ese lastre”, contó luego el malagueño González. Y puso fin a la polémica del Sena: “Estamos todos bien, por suerte, y hemos nadado en un sitio único. Así que no vamos a darle más vueltas”.