España cumple su condena en La Défense con una sexta plaza
Vivió la Selección masculina la otra cara de la gloria experimentada horas atrás por las Guerreras del Oro. Derrota ante Grecia en un partido absurdo, con doblete de Perrone en su más que probable adiós.
Todo lo que había tenido de mágico, de populoso, el pabellón de La Défense Arena el sábado en el anhelado oro de la Selección femenina de waterpolo se convirtió en desangelado, plomizo a primera hora de este domingo en el encuentro que el combinado masculino estaba obligado a disputar, para dirimir absurdamente el quinto y sexto puesto, ante una Grecia que estuvo un poco más afinada dentro de la distensión irremediable de este epílogo sin sentido.
Tuvo cierta igualdad el primer parcial, 2-2, si bien los helenos comenzaron a despegar en el segundo y con un 4-1 parecían tener sentenciada esa quinta posición en el tercer periodo, con Konstantinos Genidounias como principal artillero y un contundente 12-7 a falta de ocho minutos. 12 goles que compartieron entre Unai Aguirre y Edu Lorrio, quienes se repartieron la portería de España.
Tampoco en ataque fluyeron las cosas como lo habían hecho durante todo el campeonato hasta esos malditos cuartos de final frente a Croacia. En la primera mitad, por ejemplo, no anotaron los de David Martín ni un solo tanto en jugada normal, que no fuera en superioridad o de penalti.
Y, pese a ir cinco por detrás, si algo hay que reconocer a los españoles es que no dejaron de luchar por el partido. Llegando Álex Bustos y Bernat Sanahuja a los tres goles cada uno, y a dos en el caso de un Felipe Perrone que, si nada extraño sucede, en este encuentro seguramente decía adiós a la Selección tras un camino maravilloso. Echaba Theodoros Vlachos la bronca a sus jugadores en un tiempo muerto que solicitaba porque España, que había perdido de cinco, se situaba a un solo gol de distancia cuando quedaba poco más de un minuto, gracias a la diana de Marc Larumbe y a la eficacia de Lorrio. Pero el videoarbitraje dio como bueno un gol fantasma de Konstantinos Kakaris que sentenciaba el choque. 15-13.
Concluye con esa insuficiente sexta plaza el concurso de la Selección española masculina en estos Juegos Olímpicos, dolorosos, pero que a la vez ponen todavía más en valor si cabe todo lo que esta generación ha ido logrando de la mano de David Martín, que no había caído de ninguna semifinal en todos los grandes campeonatos disputados desde 2018, que este mismo año ha sido campeón de Europa y bronce mundial. Un accidente en un camino que seguirá, seguro, triunfal, como siempre lo ha sido salvo las ya demasiado continuas espinas olímpicas. Otra cuenta pendiente que saldar en Los Ángeles 2028.