Épica y solemnidad en Sudán del Sur

El torneo de baloncesto masculino ha tenido este domingo un documento histórico. Para este deporte, para todos y, en general, para la sociedad. El país más joven del mundo, Sudán del Sur, logró un triunfo sin precedentes en el área de Lille al derrotar a Puerto Rico por 90-79 en el duelo inaugural del grupo C (en el que Estados Unidos y Serbia son los otros dos conjuntos). Desde 2011, en el que consiguieron la independencia y crearon su federación nacional, hasta un 2024 en el que sólo trece años bastan para verse en semejante escenario y con semejante resultado.

Recuperándose además de una polémica que probablemente les espoleó. La organización les puso el himno de Sudán del Norte, con el que han librado una guerra cruenta, lo que erizó el carácter de algunos jugadores y de la afición que les acompañaba en las gradas. Qué metedura de pata entre tanta solemnidad para un país que se está dando a conocer al público y que le ha puesto tanto esfuerzo a ello.

El combinado entrenado por Royal Ivey y en el que el artífice del milagro se llama Luol Deng, que disputó con Gran Bretaña los Juegos de Londres y es uno de los reconocibles de la NBA en este siglo (Bulls o Lakers, por ejemplo, le vieron con su zamarra), ya la lio en el Mundial del pasado año y por eso está aquí. Se ganó un billete para destinado a África y van a por la historia. En la preparación se quedaron a un punto de ganar a Estados Unidos en un amistoso en Londres, bien, pero aquí han conseguido la -únicamente- segunda victoria para un país del continente negro desde Atlanta 1996. Todo ello se dice pronto pero cuesta lo que no está en los escritos.

Contrariamente a lo que se pueda prever en el público casual, en este encuentro iban muchas opciones de grupo. Era importante. Se supone que los otros dos equipos se van a autoasignar las dos posiciones de honor, pero hay un sitio en la siguiente fase para dos de los terceros de grupo. Con buenos resultados, como lo es éste, tienen posibilidades de seguir en la competición. De ahí la expectación generada.

Carlik Jones, que a EE.UU. le metió un triple-doble y desde el Mundial es sensación, próximamente le veremos en el Partizán, fue el mejor: 19+7+6. Marial Shayok le acompañó con 15 puntos. En el otro lado, Jose Alvarado logró 26 puntos.

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