“El récord del mundo me da igual realmente, no hay nada más grande que el oro olímpico”
Jordan Díaz atiende a AS en París: “Es lo más top a nivel individual”. Sobre su elección como abanderado de España en la Clausura, dice: “Es un honor”.
Visiblemente cansado tras cumplir con todas las obligaciones que suponen ser campeón olímpico, Jordan Díaz, el funambulista del aire de 23 años, atiende muy amablemente a AS en la casa de Red Bull en París, firma de la que es atleta.
-Jordan Díaz, campeón olímpico en París 2024. Suena muy bien, ¿lo ha pensado al despertarse?
-La verdad es que me ha sonado muy parecido a cuando me acosté... porque he dormido dos horas. No he tenido tiempo de descansar bien, de asimilar todo lo que ha pasado; pero sí, lo que tengo en mi mente es que ya he ganado lo más top que puede pedir cualquier atleta a nivel individual. A partir de ahora me queda mantener los resultados en las próximas competiciones internacionales: mundiales, europeo,... porque no hay por encima de los Juegos Olímpicos.
-Imagino que después de las decisiones difíciles que tuvo que tomar para llegar a este oro debe hacerle sentir orgulloso y satisfecho. ¿Todos los -sacrificios y los malos momentos han tenido su recompensa?
-Sí, la verdad. Fue una decisión muy difícil al principio, pero al final todo el trabajo en estos últimos tres años ha dado sus frutos y estoy contento con todo lo que está pasando ahora. Fue complicado dejar a mi familia en Cuba y toda la vida que llevaba allí, pero si tuviera que tomarla diez veces más, tomaría la misma.
-Renunció a Tokio 2020 pensando en competir con España aquí en París. Plan cumplido y encima pudo debutar antes y fue campeón de Europa en Roma. Mejor, imposible, ¿no?
-Sin duda. Ha sido un año top. Campeón de Europa, campeón olímpico, tercer mejor salto de la historia con 18,18; entrar en el club de los triplistas que han superado los 18 metros que sólo somos ocho... ¿qué más se puede pedir?
-Y todo eso con sólo 23 años... El recordman mundial Jonathan Edwards no superó esa mágica cifra hasta los 29.
-No quiero mirar el tema de edad. Soy muy joven, pero pueden pasar muchas cosas. Yo me quedo con lo que he hecho actualmente y ya veremos más adelante qué va pasando.
-Siempre me dice que el récord mundial no te preocupa y que si llega, llegará. Pero no sé si sabe que nunca un español ha tenido uno en ninguna disciplina masculina de atletismo en el estadio. ¿No le motiva ser el pionero?
-No me voy a obsesionar con eso ni me voy a decepcionar si no lo consigo. El oro olímpico es mucho más importante y relevante que batir el récord. Esto queda para siempre, lo otro no. Si es por mí, prefiero seguir logrando medallas; realmente me da igual batir el récord del mundo.
-La sensación que siempre transmite es que es una persona que se toma todo con calma. ¿Cómo se hace para afrontar el día de la final olímpica?
-Igual que el resto. Tratando de tomármelo de forma tranquila, porque si empiezas a mirar todas las expectativas que se habían creado en España parecía que estaba obligado a obtener el oro y que de ser plata casi era un fiasco; y no te digo ya con el bronce, peor aún. Todo lo que se ha creado por los medios de comunicación te mete un poquito de presión, pero al final, como sabes, las redes a mí me dan completamente igual. En definitiva, hice lo que siempre he hecho y para lo que he entrenado.
-¿Entonces no tiene ninguna manera externa de controlar los nervios?
-No, es que soy así, generalmente al menos; es mi carácter, no hay nada especial.
-Su entrenador Iván Pedroso es clave en todo esto. ¿Cómo es esa aldea de Astérix que ha creado en Guadalajara?
-Iván tuvo una trayectoria muy buena como atleta, pero ahora como entrenador lo está superando incluso. Y mira que era complicado porque fue campeón olímpico y nueve veces oro mundial, pero con todas las medallas de Yulimar (Rojas), el bronce de Tokio de Ana (Peleteiro), el bronce mundial de Thiago (Pereira), mi oro olímpico... se está quedando atrás su palmarés individual. El conocimiento que tiene de la longitud y el triple es la razón por la que todos los atletas vienen con él a Guadalajara. Te transmite una tranquilidad y una sabiduría increíble.
Un titán que ataca con su flow
Brazo derecho cruzado, con el puño, cerrado, sobre el corazón. Brazo izquierdo por detrás de la espalda. Tanto en los Europeos de Roma como en los Juegos, Jordan Díaz se presentó ante el público de la misma forma. Su gesto, cargado de carisma, de flow, pertenece a la serie Ataque a los titanes, con la que ha pasado largas noches en vela. Las noches anteriores a sus días de gloria. “Me la recomendaron y me gustó mucho. Me enganché a full, ya me la he terminado. Quería hacer alguna tontería en las presentaciones y se me ocurrió”, explica sobre su actuación escénica. En el anime, el gesto lo efectúa el Cuerpo de Exploración, encargado de defender al mundo del ataque de los titanes.
-¿Ha podido hablar con sus padres? ¿Cómo han vivido en su casa en Cuba este oro?
-Sí, sí. Están contentos, aunque he podido hablar con ellos muy poco. Con todas las obligaciones de entrevistas y el control antidopaje hablaría con ello tres minutos. Estaban emocionados y yo también porque cumplí conmigo mismo en la parte deportiva y también lo he hecho como hijo porque mis padres están felices.
-Tras el oro olímpico titular ‘Air Jordan’ se ha repetido mucho. ¿Se siente un poco ahora el Michael Jordan del atletismo?
-No, no, que va (sonríe). Somos dos deportistas completamente diferentes. A mí me gusta mucho la NBA, y ver a Jordan era flipante. Por edad no me tocó verlo mientras jugaba, pero he visto muchos partidos antiguos, vídeos..., y era increíble. No creo que esté a su nivel de él, pero bueno, algo tendré yo también (risas).
-¿Se imagina construyendo un legado en el atletismo como Michael hizo en el baloncesto? Usted se suspende en el aire unos cuantos segundos también...
-Eso es verdad. En el triple es mucho más complicado hacerlo, y más como salto yo, que voy tirando hacia adelante.
-Aprovechando que lo menciona, ¿cómo es ese segundo salto tan difícil?
-Es más técnica que otra cosa, porque si lo miras por la parte física estás metiendo en un solo pie diez veces tu peso. Si lo analices es la h....., pero si tienes esa técnica es factible. Tienes que saber que no puedes mantenerte mucho tiempo en el apoyo para salir al segundo salto porque te revientas la pierna. Debes impulsar el pie lo más rápido posible sin que el cuerpo baje demasiado. Bueno... cosas técnicas (ríe).
-La última, ¿qué ha sentido al saber será abanderado de España en la Clausura?
-Me he enterado hace un rato. En teoría me iba a casa el domingo y me han dicho: ‘Te hemos cambiado el vuelo al lunes’. Estoy encantado, es un honor ser el abanderado de España junto a María (Pérez).