El llanto de Perrone: “Que esto no estropee una historia tan bonita”

Acaso el preámbulo del partido de cuartos entre España y Croacia (8-10) ya hacía presagiar algo, cuando en La Défense Arena se escuchaba la voz magnética de Edith Piaf cantando “rien de rien” (nada de nada), “non, je ne regrette rien” (no, yo no me arrepiento de nada). Entre triste, preciosa y desgarradora, la canción evoca las cosas positivas y no tanto del pasado, y anima a hacer un borrón y cuenta nueva. Tal vez la escuchó desde la trastienda del enorme pabellón, antes de entrar a escena, uno de los mejores jugadores del mundo, Felipe Perrone, quien minutos después de la derrota, y de departir en el vestuario con el otro rey Felipe, VI, no solo salió a dar la cara sino que además se abrió en canal. Y acabó rompiéndose, con un llanto que por un instante envolvió París.

“Estoy muy triste, pero no me olvido de dónde he venido y acepto que esto puede pasar. Viniendo de donde venía, he ganado un Mundial y un Europeo”, agradeció el jugador, tratando de relativizar el enorme mazazo de haber quedo fuera de las semifinales de París 2024. “Está claro el tema de la salud mental, pero también es verdad que estamos en unos Juegos, delante de 15.000 personas”, valoró positivamente. Y añadió: “No es solo un mensaje para el equipo, sino para cualquier persona que ve el deporte”.

En ese momento, no pudo Perrone reprimir unas lágrimas que pausaron su comparecencia unos minutos, aunque quiso culminarla. Concretamente, así: “Es importante decir que la medalla no ha podido ser, pero he vivido cosas increíbles, hemos conquistado cosas increíbles, y la vida sigue, esto es deporte, no se acaba el mundo. Se queda toda una historia muy bonita. Que esto no lo estropee”.

Con el hispanobrasileño dejando aparcado el anuncio sobre su futuro a cuando hayan concluido los Juegos –”seguramente sean los últimos, con 38 años que ya tengo sería pedir mucho a mi cuerpo, pero lo pensaré con calma”, indicó-, fue otra voz autorizada del vestuario la que aplicó una sincera autocrítica por la eliminación en manos de Croacia.

Larumbe: “Debe entrar un poco de aire nuevo”

“Hacía mucho tiempo que un equipo no era tan superior a nosotros”, admitió Marc Larumbe. “Con el 2-0 en contra empezamos a buscar faltas y chuts en ataque sin sentido, que no es nuestro juego, a tomar decisiones individuales, y en defensa estábamos seguros, sin un plan que seguir, más por corazón que por cabeza”, lamentó.

“La forma de caer de hoy es muy preocupante para el equipo porque no nos pasaba desde hacía mucho tiempo, desde la final de Gwangju (en los Mundiales de 2019) contra Italia”, confesó el jugador, quien lo calificó de “más duro” que el cuarto puesto de Tokio 2020, al filo entonces de las medallas, como constató así: “Esta caída es la más dolorosa que hemos sufrido desde que David nos cogió. Ya veremos cómo nos rehacemos de cara al 2025. Tiene que entrar un poco de aire nuevo y a ver cómo queda el equipo”.

David Martín y el valor de las semifinales

Con tal aviso a navegantes quedaba el análisis del mencionado David, David Martín, seleccionador. “Nos penalizó mucho ir todo el rato por detrás. Entramos en ansiedad y no lo supimos gestionar, cometimos errores que previamente no habíamos cometido. Y es cierto que ellos hicieron un partidazo, con una defensa muy buena en bloqueos y por el portero”, analizó, al tiempo que reconoció que le encantaría no tener que jugarse ahora los cruces por el quinto puesto: “Si se pudieran evitar estos partidos estaría muy bien, porque va a ser duro”.

“No hay consuelo, vamos a llorar todos juntos, van a ser horas muy difíciles”, asumió Martín, quien afirmó: “Con esto que ha pasado hay que darle mucho valor al hecho de entrar siempre en semifinales, que parece fácil porque lo han hecho muchos años, cuando lo normal es caer alguna vez en cuartos. Debemos reflexionar, levantarnos y acabar de pie”.