El elegido desafía a los lobos

“Por las mañanas me cuesta. Me despierto a las 7:00 y salgo a rodar 5-10 minutos para intentar activarme un poco, pero me sigue costando. Y por las tardes me encuentro con mucha energía. La final es a las 19:05 así que... (ríe)”. Moha Attaoui (22 años) está cerca de seguir haciendo historia en los 800 metros. El rayo de Torrelavega de 22 años, que ahora vive en Suiza por el contrato que le liga a ON, ha irrumpido con fuerza en 2024. Plata en los Europeos de Roma y récord de España (1:42.05) destrozando por un segundo y medio el 1:43.65 que tenía Saúl Ordóñez desde 2018 como plusmarca nacional desde 2018.

Un tiempo casi similar (1:43.69), le valió para pasar con ‘q’ minúscula por tiempos en la semifinal tras pelear con todo (“me he vaciado en la recta, he sufrido bastante”) con el belga Eliott Crestan, un mediofondista con alma de velocista de 400. Tres centésimas le dieron el billete para una ronda de las medallas en los Juegos de París (19:05) que, como anuncia el propio Moha, “va a ser brutal, porque el nivel es una barbaridad”.

En esa batalla por los metales irrumpe con fuerza el argelino Sedjati, que parece estar a su nivel superlativo. “Es el claro favorito de sobra, tiene un final en el que nadie se le acerca, ya sea en carrera rápida o lenta”, dice humilde el mediofondista español. Sin embargo, como bien ha demostrado esta exigente e igualada distancia, no se pueden hacer quinielas: “En campeonatos como los Juegos la marca que traes ya no vale, hay que correr aquí y demostrarlo”. Por el camino han ido cayendo portentos de las dos vueltas y estar en la final es un gran éxito. Aunque Attaoui, lógicamente, no se conforma: “Vengo a por todas, tengo ilusión y quiero una medalla”.

Además del africano, los otros seis rivales son de enorme calidad y postín, en especial cinco de ellos porque el botsuano Masalela parece un peldaño por debajo. Aunque en una guerra así, cualquier soldado raso puede acabar siendo capitán general. Que se lo digan al estadounidense Hocker en el 1.500 aprovechando la cruenta pelea entre Ingebrigtsen y Kerr. El keniano Wanyonyi, el francés Tual, el canadiense Arop, el estadounidense Hoppel y el británico Burgin son el enemigo a derrotar. No de uno en uno, sino todos a la vez.

“A Arop y Tuel les he visto bien, pero no tan top”, confiesa Attaoui mostrando confianza. ¿Qué táctica usará en la carrera? “Hablaré con mi entrenador y veremos cómo la planteamos. Aunque yo creo que correré desde atrás, que es como mejor lo hago. Parecido a la primera serie y a la semifinal, pero moviéndome un poco mejor. En el toque de campana quiero estar más o menos colocado y con vía libre”, revela Moha, el segundo español que disputa una final olímpica de 800 tras Adrián Ben en Tokio 2020.