Contra 40 años sin medallas: “No queremos seguir solos”

Cuenta la leyenda que, a falta de 500 metros, cuando Fernando Climent y Luis María Lasúrtegui veían seguro su podio en los Juegos de Los Ángeles, en 1984, ya empezaron a celebrar. “¡Plata, plata”, se escuchaba desde fuera del agua. Los héroes de entonces, en conversación con AS, confirman que fue así. “Sí, es verdad”, dicen entre risas. “Fue algo insospechado. Fernando no remaba conmigo (lo hacía con José Ramón Oyarzábal) y nos preparamos en cuatro semanas. La clasificatoria fue nuestra primera regata juntos. Es verdad que en nuestra quiniela estaba el bronce, pero, cuando vimos que ganábamos a Noruega (campeona del mundo el año anterior) con tanta facilidad, nos sorprendimos. Tras ver mil veces la regata, quizás no fuimos ambiciosos para ir a por el primer puesto (se lo llevó Rumanía)”, recuerda Lasúrtegui ahora, a sus 68 años.

Desde entonces, el remo español no ha vuelto a ganar ningún metal olímpico. En total, cuatro décadas de sequía. En París, podría terminar. Tras el mejor ciclo de la historia, se vislumbra la luz. “Es una pena que aún no tengamos más medallas. No queremos seguir solos. Esperamos que sean los últimos Juegos siendo así. Hay muchas, muchas posibilidades”, coinciden Climent y Lasúrtegui, muy conectados con el momento actual de su deporte (tras Barcelona 92 y hasta Río 2016, el primero fue presidente de la Federación, con el segundo a su lado). En total, España cuenta con cinco botes para asaltar el campo de regatas de Vaires-sur-Marne, en el coqueto complejo de Vaires-Torcy. A lo largo del ciclo, se han cosechado dos platas en Mundiales y cinco en Europeos, además de múltiples metales en Copa del Mundo. Lo nunca visto.

El skiff de Virginia Díaz (final el 3 de agosto, 10:18), con las eliminatorias desde las 10:12, y el doble scull de Rodrigo Conde y Aleix García (final el 1 de agosto, a las 11:30), la embarcación más laureada desde Tokio, con su regata clasificatoria desde las 11:50, serán los encargados de iniciar la reconquista, este sábado. Este domingo, emprenderá su camino el dos sin timonel de Jaime Canalejo y Javier García (final el 2 de agosto, 11:30), el dos sin de Aina Cid y Esther Briz (2 de agosto, 11:42) y el doble scull ligero de Caetano Horta y Dennis Carracedo (2 de agosto, 12:02). Los números y las sensaciones indican que todos llegan en su mejor estado de forma. “Nunca habíamos manejado las velocidades que estamos manejando ahora”, dice Conde. “Sabíamos que las condiciones iban a ser difíciles, porque ya probamos la pista en noviembre, pero está bastante bien. Las previsiones meteorológicas son bastante buenas, además”, analiza Canalejo, después de probar la pista.

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Unas finales muy caras

Pese al optimismo, no será sencillo. En Tokio, Canalejo y García, así como Cid (al lado de Virginia Díaz), ya estuvieron en la final, en la que terminaron últimos, llevándose un valioso diploma. En remo, sólo llegan seis botes a las finales (en piragüismo son ocho), lo que lo complica todo un poquito más. “La medalla siempre es muy jodida y parece que si no la coges no eres nadie. En remo, sin embargo, con solos seis calles disponibles, todo se puede complicar en cualquier momento”, avisan Lasúrtegui y Climent, desde su experiencia. “Pero les veo bien y animados. La gente habla de suerte, pero no. La suerte ya la han buscado y han trabajado mucho. No llegan aquí porque sí”, añaden los medallistas en Los Ángeles, que antes de París fueron homenajeados en Sevilla junto a sus posibles herederos. No fue casualidad. La sequía puede terminar.

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