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Finalizado

PARÍS 2024 | BALONMANO

Cinco veces grandes, cinco veces bronce

Fieles a su historia, los Hispanos se levantaron del palo de la semifinal y capturaron la medalla 18 para la delegación española. Gasolina para volver a intentarlo en Los Ángeles. Ninguna selección de equipo tiene más medallas.

Cinco veces grandes, cinco veces bronce
Bernadett SzaboREUTERS

Los Hispanos merecían terminar los Juegos abrazados otra vez alrededor de su cruz de guía, a Gonzalo Pérez de Vargas, 33 años, que el viernes maldecía su suerte. “Era esta, era esta”, decía después de la derrota contra Alemania, esta medalla de bronce sólo puede darle gasolina. Hay que volver a intentar el oro en Los Ángeles. Pero mientras, que saboreen este bronce de ley ganado a Eslovenia (23-22) en el Pierre Mauroy de Lille después de una última defensa heroica. Su grito desgarrado delante de los fotógrafos liberó todo lo que habían sufrido en las últimas 36 horas, y descargó la última gota de energía que le quedaba después de unos Juegos duros, pero con premio. Fiel a su historia, la Selección española de balonmano no falló y, como en Atalanta, Sidney, Pekín o Tokio, ganó su quinto metal en su quinto partido por el bronce. Los Hispanos igualan al fútbol como equipo español con más metales (5). Es la medalla número 18 de la delegación española, que permite rebasar las 17 de Río y Tokio.

Dos grandes incertidumbres rodeaban al partido. La primera, la salvajada de horario impuesto por el COI para un partido en el que se jugaba una medalla bronce (9:00), que obligaba a los dos equipos a estar con los ojos bien abiertos desde el inicio. La segunda, quién pondría a funcionar antes cuerpo y mente después de los severos palos de las semifinales del viernes. Maqueda fue el alborotador de Los Hispanos. Sus gritos cada vez que hacía una buena defensa o provocaba una exclusión buscaban la complicidad de sus compañeros. Los quería dentro del partido. Y, en general, España pareció con buen aspecto. La primera parte se movió en márgenes estrechos, con Gonzalo siempre dando la cara en la portería pese al tremendo dolor que le causó la derrota contra Alemania. Los Hispanos siempre miraron a los extremos, especialmente en las superioridades numéricas. Cuando no, y con las dificultades clásicas en el estático, encontraron también algún gol en las transiciones, lideradas por Agustín Casado. Eslovenia, mientras, jugó al compás de Blaz Janc, jugador del Barça con toneladas de talento; y Jure Dolenec, otro ex azulgrana

Al descanso, hubo fiesta en el Pierre Mauroy. Sonó el Take me home. Era hora de volver a casa. Si era posible, con el bronce. El inicio de la segunda parte premió el trabajo oscuro de Abel Serdio, uno de los que se estrelló contra Wolff, con dos goles. España quería, pero Eslovenia también. Al filo del minuto 40 (15-15), las dos selecciones empezaron a tomar conciencia seria de que un bronce estaba en juego. Cada ataque se convirtió en un suplicio para las dos selecciones. Siempre con la iniciativa España (17-16, 18-17, 19-18), pero siempre contestando Eslovenia. Había que ver por dónde rompía el partido. A los últimos diez minutos, se entró con empate (19-19).

Los balcánicos, que no habían estado en ventaja desde el 5-6, consiguieron el ‘sorpasso’: 19-20. Una situación peligrosa para un equipo que podía estar frágil mentalmente Dujshebaev rascó una exclusión de Mackovsek. Dos goles de Aleix mantuvieron con vida a los Hispanos, pero Dolenec podía con Gonzalo en los siete metros (21-21, minuto 56). El partido quemaba. Con 22-21, los árbitros excluyeron a Sánchez-Migallón. Dujshebaev se sacó un conejo de la chistera (23-21). Dolenec redujo desde los siete metros. Con medio minuto por jugar, los árbitros señalaron invasión de los seis metros de Aleix Gómez. El último balón, con 19 segundos por jugar, era de Eslovenia. Pero los Hispanos defendieron con el alma y volvieron a atrapar el oro.

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