Carvajal se queda a 16 puntos de la final en sus primeros Juegos
La madrileña, de 17 años, no pudo pasar de la decimocuarta posición en la semifinal de los saltos desde plataforma de diez metros, dominadas a lo grande por la china Quan Hongchan.
Cuenta Ana Carvajal que en sus ratos libres -los pocos que ha tenido este año entre su preparación olímpica (a diario desde las 6:00), el Bachillerato y la Selectividad- se pone vídeos de las chinas Hongchan Quan y Chen Yuxi. Este lunes, en el debut de la madrileña en unos Juegos con tan solo 17 años, no le hizo falta mirar a través de la pantalla. Porque las tuvo delante. Por la mañana, literalmente, en el orden de participación. Y en la semifinal, a la que accedió en decimosegunda posición, muy por arriba (de ella y del resto de mortales) en la clasificación. Vigente campeona de Europa a sus 17 años y séptima hace un año en los Mundiales de Fukuoka, se quedó la madrileña a las puertas de la final olímpica en París 2024. Concretamente, a 16 puntos. Decimocuarta.
Arrancó bien Carvajal, en un primer salto que la situaba novena (58.80) porque se superó a sí misma en la puntuación que había obtenido por la mañana en el Centro Acuático de Saint Denis. Pero cayó hasta la decimotercera plaza, la frontera que la separaba de la final, con un segundo clavado con doble mortal y medio atrás carpado que en preliminares le había dado un gran rendimiento pero que en esta ocasión no acabó de quedar pulido en la entrada (52.20).
Y, aunque remontó hasta ser decimosegunda en la tercera ronda (52.80), otra vez osciló en la cuarta, y eso que calcó exactamente la puntuación matinal (54.60). Pero ya era decimoquinta. Aplausos, muchos, despertó su cierre, un triple mortal y medio adelante que le procuró 58.50 puntos, más que en la primera ronda clasificatoria aunque insuficiente.
“Mi objetivo era competir”
“No estaba muy preparada para entrar en la final”, reconoció en la zona mixta Carvajal, quien abundó: “Mi objetivo era competir y ya está. Tal como estaba entrenando, igual el objetivo no era una semifinal, pero se pudo. Por la tarde estuve un poco peor, pero igualmente bien. Da un poco de rabia no entrar en la final, pero estoy contenta”, resumió.
Más cansada, sin tiempo para ir a la villa olímpica entre las preliminares y la semifinal, se mostró pese a todo satisfecha la madrileña: “Tras Fukuoka empecé una racha mala de lesiones y malas competiciones. He aprendido a tomármelo con calma, a saber que no tengo que demostrar nada a nadie”, zanjó.
Lo de Quan es directamente de otro planeta. Igual que por la mañana, puso tierra -o agua- de por medio directamente en el primer clavado, con una puntuación de 85.50 que incluso superaba al de preliminares que no pudo seguir ni su compatriota Yuxi, igualmente soberbia.
Un prodigio la cantonesa, descubierta para este deporte por el exsaltador Chen Huaming cuando jugaba a rayuela en el colegio deportivo de la ciudad de Zhanjiang, y que en Tokio 2020 ya se había proclamado campeona olímpica con 13 añitos, además de campeona mundial hace cinco meses en Doha y, ya en estos Juegos, oro junto a Yuxi en los sincronizados femeninos también desde la plataforma. La final, para quien se quiera seguir maravillando con los saltos de ambas orientales, se disputará este martes a las 15:00 horas en el Centro Acuático.
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