Carolina: “Estoy destrozada”
La española, tras su retirada de los Juegos, ya está en España para pasar las pruebas médicas. “Quiero dar las gracias a todos”, dice nada más aterrizar.
Después del drama vivido en París, Carolina Marín ya está en España. La campeona olímpica aterrizó este lunes, alrededor de las 12:00 del mediodía, en Madrid acompañada por su entrenador, Fernando Rivas, y su fisioterapeuta, Carlos de Santos, para someterse a las pruebas médicas, que se realizará en la Clínica CEMTRO, como en su última lesión, con el doctor Manuel Leyes. Según los resultados, la onubense decidirá si se opera ahora o, sin embargo, espera para ello. “Todavía no lo he podido ver todo (los muchos mensajes de apoyo que recibió), pero quiero dar las gracias a todo el mundo. Estoy destrozada, no puedo decir otra cosa. Ahora voy al hospital y tomaremos decisiones”, fueron las primeras palabras de Carolina después de ese mal apoyo con su pierna derecha que rompió el corazón de toda España.
Este domingo, después de tener que abandonar su partido contra la china He Bingjiao cuando ganaba por 21-14 y 10-8, Carolina, que salió del Arena Porte de La Chapelle en muletas y acompañada por todo su equipo camino de la Villa Olímpica, no tuvo fuerzas para hablar con los medios. En su lugar, fue Rivas, entre lágrimas, quien ofreció la primera actualización de su estado. “Me ha mirado y me ha dicho: ‘Me he roto’. Ha sido cuando ha caído al suelo, así que es una sensación que ella ya conoce, o sea que si ella me ha dicho eso es que es cierto. Así que bueno, ahora hay que valorar la lesión, hay que hacer las pruebas que se hacen de costumbre, estar tranquilos y aceptar lo que hay”, dijo el entrenador.
Las lesiones anteriores
Durante las próximas horas, de esta forma, Carolina se someterá a esas pruebas médicas. En su historial médico, ya constan dos roturas de ligamento cruzado. La primera vez que sufrió la lesión, en la misma pierna derecha que ahora, fue en 2019. Entonces, estuvo parada siete meses, con la pandemia como complicación para su proceso de recuperación. Luego, lo que aumenta la magnitud del drama, a solo dos meses de los Juegos de Tokio, hizo crack el cruzado de la izquierda, además de los meniscos interno y externo. Para volver de esta segundo percance, que retrasó un quiste parameniscal, necesitó casi un año (337 días). El resultado del diagnóstico final determinará los siguientes pasos de la campeona olímpica, que emprende otro camino de resiliencia.