Botín y Trittel celebran su oro: “Mucha fiesta, poco sueño”
Los campeones olímpicos de 49er charlan con AS en su domicilio de Marsella. Botín durmió con la medalla en su mesilla, Trittel la dejó en la habitación de sus suegros.
Con buena cara, pero también con una resaca de oro. Diego Botín (25-12-1993, Santander) y Florian Trittel (24-01-1995, Suiza), el día después, de proclamarse campeones olímpicos de 49er invitan a AS a su domicilio en Marsella, al cuartel general donde se dio forma al éxito. Ellos han dado a España su primer oro en estos Juegos de París 2024. La noche de celebración fue agitada y es que el momento lo merecía. Siguen en una nube de la que no quieren bajarse. Eso sí, la medalla está bien guardada: Botín la dejó en su mesita de noche y Trittel, en la habitación de sus suegros.
¿Cómo fue la noche de celebración? ¿Han dormido algo?
Trittel: Mucha fiesta, poco sueño.
Botín: Yo he dormido bien... las tres horas que he dormido.
¿Tiene la medalla bien guardada?
Botín: Yo he dormido con ella, la dejé encima de la mesita de noche.
Trittel: Y tanto. Eso sí, de la fiesta, lo más importante fue compartir la medalla con toda la gente así que fue rulando por ahí. Encantado. Después la dejé en la habitación de los suegros.
¿Cómo habrían titulado su crónica del oro olímpico?
Trittel: Medallita de oro para España, papá.
¿Ya han asimilado el oro?
Botín: Seguimos en periodo de descompresión después de toda la adrenalina, presión y emociones que hemos vivido esta semana. Ayuda terminar habiendo culminado el objetivo, pero aún estamos asimilando las cosas.
¿Cuál ha sido el secreto de este oro olímpico?
Trittel: Hemos dedicado todo lo que tenemos, nos entregamos en cuerpo y alma. Llevamos tres años en un proyecto de mucho crecimiento y queríamos llegar aquí en las mejores condiciones posibles y así fue. No todos los días se es campeón olímpico, hay que trabajar y esforzarse mucho y el éxito es fruto de horas, horas y más horas. Todo el sacrificio se ha visto recompensado.
Además, su oro es el primero que logra España en estos Juegos Olímpicos...
Botín: Es un honor gigante, aunque esperamos que lleguen muchos más. Quiero que esto ayude a los españoles, que sea una motivación y sacan un plus de energía. Es algo increíble lo que estamos viviendo.
¿Pesa la medalla?
Trittel: Pesa más de lo que pensábamos. No sabemos si lleva plomo o solo oro (ríe).
¿Qué les han enseñado estos Juegos?
Trittel: Nuestro deporte tiene una curva de aprendizaje gigante. Aprendemos tantísimo todos los días que si he de quedarme con algo es que hemos sabido adaptarnos a condiciones que no eran las nuestras, de poco viento, mucho calor, muchas horas de espera. Pero ya todo eso da igual, hemos llegado a la meta los primeros y nos quedamos con eso. ¡Somos oro!
Iker Martínez y Xabi Fernández marcaron una época en 49er (oro en Atenas 2004 y la plata en Pekín 2008). ¿Se ven como la nueva generación de oro?
Trittel: ¿Ya nos preguntas por el siguiente oro? Me parece bien (ríe)
Miren si hay confianza...
Botín: No sabemos, pero solo avisamos que cuando hemos estado en Los Ángeles (donde serán los próximos Juegos) hemos navegado bien, no nos han ido mal las cosas. Pero es que ahora debemos descomprimir y pensar bien las cosas para el futuro, que las cosas estén claro. Aunque seguiremos navegando, sin duda.
Ahora, vacaciones. ¿A dónde van a ir?
Trittel: A casa, que no vamos nunca.
Botín: A mí me apetece estar en casa sin saber qué voy a hacer en la hora siguiente.
Se han cuidado mucho durante este ciclo olímpico. ¿Qué es lo primero que han comido y bebido tras colgarse la medalla de oro?
Trittel: Ayer nos metimos un buen pedazo de carne y tomamos un vinito. Creo que voy a seguir llevando una rutina así.
¿Qué es lo más sorprendente que les ha pasado en estos Juegos?
Trittel: Especial, sorprendente... hemos recibido la felicitación y el apoyo de grandes deportistas como Rafa Nadal, Pau Gasol y Carlos Alcaraz. Así se nota que España venía a estos Juegos como una delegación, como un equipo. Para mí siempre ha sido un sueño poder acercarme a deportistas que son referentes y estos nos acerca.
Ganaron el oro con sus familias a pie de playa. ¿Eso lo hace todavía más especial?
Botín: Sin duda, son los que han estado ahí desde el principio y los que nos dieron el primer empujón y la primera oportunidad para arrancar nuestro camino. Son las personas más especiales y con las que más queremos celebrar este éxito, así que todo salió perfecto.
Diego, usted se quedó muy cerca del bronce en Tokio 2020 (con Iago López Marra acabaron empatados a puntos con el bronce). ¿Se ha arrancado esa espina?
Botín: Es nuestra experiencia, nuestra historia. No cambiaría nada de lo que pasó en el pasado y es que creo que ha ayudado habernos quedado a las puertas para tener más energías y así asegurarnos de que no pasase esta vez. Aunque también le digo que sí, haber logrado el oro sí que es un alivio.
Un patito de oro y un cerdito rosa como amuletos
Diego Botín y Florian Trittel no navegaban solos en su 49er y es que llevaban, y lo mantendrán para siempre, un patito dorado y un cerdito rosa. Ambos son amuletos. El pato, durante todos los Juegos Olímpicos, estaba colocado en el Spi (vela que se usa en popa cuando se navega a favor del viento), y el cerdo lo tenía Trittel dentro de su chaleco. Los dos fueron regalos. El patito dorado se lo entregaron los alemanes Erik Heil y Thomas Plößel, precisamente quienes arrebataron el bronce a Botín en Tokio 2020. Coinciden en SailGP, en sus respectivos equipos de España y Alemania, y ellos siempre llevaban, en sus campañas olímpicas un amuleto de bronce. Les funcionaba porque cuando lo llevaron sellaron medallas de bronce (Río 2016 y Tokio 2020). Por ello, semanas antes de viajar a Marsella, Heil y Plößel regalaron a Botín y Trittel un patito de oro para que les diese suerte y ‘voilà': funcionó. En cuanto al cerdito rosa, fue un regalo de la pareja de Trittel. Éste lo lleva en sus regatas y ambos explican que “los vamos tocando antes de las regatas y nos marcan el rumbo. La verdad es que no somos supersticiosos hasta que la cosa se pone complicada”.