Alcaraz, entre lágrimas: “Duele perder, pero me voy con la cabeza alta”

Emocionado, con lágrimas en los ojos, como un niño, Carlos Alcaraz intentó valorar en Eurosport, con Álex Corretja como entrevistador, lo que había sucedido minutos antes en la final del torneo individual masculino de tenis de los Juegos de París 2024. El español, de 21 años, empezó a hablar, pero no pudo continuar porque se echó a llorar, mientras Corretja, medallista en dobles en los Juegos de Sídney 2000, intentaba consolarle. Después, ya más sereno, valoró la plata ante los medios.

-¿Cómo puede explicar sus lágrimas al final del partido?

-Pensé en que había decepcionado a muchos españoles. Había mucha gente esperando mi medalla. Por eso me emocioné tanto. Al final del partido no podía pensar claramente. Pero me voy con la cabeza muy, muy alta. Volveré más fuerte porque he aprendido de esto.

-¿Estuvo más nervioso de lo habitual al inicio del partido y, después, sintió algo que nunca había sentido?

-Quería el oro y perder nunca es agradable, pero me voy con la cabeza bien alta. Luché hasta la última bola. Dejé todo lo que tenía dentro. Cuando pierdes así, sales de la pista orgulloso. Djokovic tenía aún más ganas que yo de ganar el oro y se mereció la victoria. Mis lágrimas eran porque consideré que no podía conseguir el objetivo de todos los españoles, también el mío. De que se sintieran orgullosos por un oro. Pero visto desde otra perspectiva, ganar una medalla olímpica nunca es fácil.

-¿Pudo hablar con Djokovic?

-Él está disfrutando su momento y no pude intercambiar muchas palabras. En la red me dijo que ganaré el oro algún día y voy a trabajar para ello. Mi momento llegará. Se merece vivir este momento con su familia. Sus lágrimas indican que tenía muchas ganas.

-¿Cuánto descanso necesita?

-Días. El calendario no para. Me bajé de Montreal, donde tenía ganas de ir para ponerme más arriba en el ranking, pero hay que escuchar al cuerpo y voy a intentar descansar lo que pueda. No sé si dos, tres o cuatro días.

-¿Le recordó a la final de Wimbledon, en la que acabó ganándole?

-Me recuerda más a la que perdí en Cincinnati, donde tuve mis oportunidades y fue una gran batalla. Todos los partidos contra él son grandes batallas y es un espectáculo para que más gente vea tenis. Estos partidos te hacen mejor jugador y mejor persona. Trabajaré con ambición para ser mejor que Djokovic.

-¿Djokovic es el mejor tenista de la historia?

-No hay ni un solo torneo que no haya ganado. Por números, no puedo decir que no. Todo lo que se ha propuesto lo ha conseguido. Pero hay otros muchos factores que entran en la lucha. No puedo decir para mí quién es el mejor de la historia.

-Hubo un ambiente de Copa Davis. ¿Sintió más presión que nunca?

-Fue una presión diferente, porque jugaba por todos los españoles y quizá me metí más presión de la cuenta. Pero delante de mí hubo un tenista que lo ha hecho mejor en los momentos difíciles. Hoy no di lo mejor de mí en los momentos tensos y él sí. He sentido una presión que no me ha dejado desarrollar mi mejor tenis en algunos momentos. Juegas cuatro grandes al año, pero sólo unos Juegos cada cuatro años y pude notarlo.

-El tenis es un deporte solitario. ¿Cómo vivió esta semana?

-Es diferente, te alegras de los triunfos de todos los españoles y se vive de manera especial. Durante el año estás solo y tuve la oportunidad de jugar el dobles con Rafa Nadal y aprender. Fue una semana maravillosa porque desde pequeño soñaba con estar en unos Juegos y jugar con mi ídolo al mismo lado de la red. La voy a recordar toda mi vida.