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JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO

Veteranía al poder en el descenso

Beat Feuz, quien estuvo cerca de perder una pierna hace una década, copa un podio de 35 años de media. Adur Etxezarreta acabó en un gran 17º puesto.

Veteranía al poder en el descenso
Alex PantlingGetty Images

El viento dio una tregua en Yanqing, permitiendo por fin la disputa del descenso masculino que ayer no se pudo desarrollar. El recorrido llamado 'Roca', con un descenso vertical de 894 metros, fue un verdadero quebradero de cabeza para los participantes. Especialmente lo fueron las primeras puertas de un total de 40, que dejaron fuera de juego a favoritos como el italiano Innerhofer. Ante un descenso tan técnico, la experiencia jugó un factor clave, y Beat Feuz (Suiza, 34 años), Johan Clarey (Francia, 41 años) y Matthias Mayer (Austria, 31 años) conformaron un podio en el que la media de edad supera los 35 años.

Para Beat Feuz, este oro supone el premio a una carrera siempre ligada con la tragedia y las graves lesiones. El suizo consiguió en Pyeongchang dos medallas, pero ninguna se puede comparar con la de este lunes. Sus lágrimas al saberse campeón olímpico liberaban todo el dolor que ha tenido que sufrir a lo largo de la última década, en la que también ha sabido cosechar éxitos. Feuz, antes de llegar a Pekín, llevaba cuatro años consecutivos siendo campeón de descenso, su especialidad, en la Copa del Mundo, en la que atesora además 16 victorias.

Pero no todo ha sido siempre un camino de rosas para el suizo. Su aspecto físico no es el más habitual en un esquiador. Cuando todavía no era profesional, un entrenador suyo le advirtió de la necesidad de bajar 10 kilos para poder llegar a la élite, y compañeros suyos recuerdan que él prefería quedarse en el hotel comiendo en lugar de haciendo un entrenamiento extra. Pero lo que más ha lastrado a Feuz durante años han sido los problemas con las lesiones.

Después de su debut en la Copa del Mundo con 19 años, una lesión en los ligamentos en su rodilla izquierda le hace perderse toda la temporada en 2008 y 2009. Y fue en 2012 cuando su carrera, y su propia vida, cambió por completo. Siendo este su año de confirmación, en el que consiguió cuatro victorias, de nuevo una lesión en la rodilla izquierda le obligó a pasar por quirófano, en lo que debía ser una simple intervención. Sin embargo, su cuerpo rechazó el tratamiento, provocando una infección tan grave que puso sobre la mesa la posibilidad de amputarle la pierna. Tuvo que pasar cinco veces más por quirófano para poder solventar dichos problemas, y su vuelta al esquí parecía una quimera.

Tras volver en 2014, un año después sufrió otra grave lesión, esta vez una rotura del tendón de Aquiles que se le juntó además con una parálisis del nervio facial derecho, retrasando su recuperación. Feuz reorientó su carrera, reduciendo la carga de entrenamientos y centrándose en el descenso, descartando las bajadas técnicas. Y desde ahí llegaron los éxitos, aunque el más importante lo ha conseguido hoy con un descenso de 1.42.69 que le permite colgarse su primer oro olímpico.

A Feuz lo acompaña en el podio Johan Clarey, quien ha sido la principal sorpresa del descenso quedándose a una décima del oro y haciendo historia. A sus 41 años, es el esquiador de mayor edad que consigue una medalla olímpica. Su mejor resultado en los tres Juegos Olímpicos que había disputado previamente era un 18º, y en toda su carrera apenas ha logrado nueve podios en la Copa del Mundo, sin ninguna victoria. Y el bronce ha sido para Matthias Mayer, de 31 años. El de Austria ya fue campeón olímpico de descenso en 2014, y consigue ahora su tercera medalla en unos Juegos.

Adur Etxezarreta hace historia para España

El esquiador era una de las principales bazas españolas en estos Juegos, y su segundo y séptimo puesto en las rondas de entrenamiento hacían soñar con un gran descenso. Finalmente, Etxezarreta ha sido 17º con un tiempo de 1.44.12, a algo más de un segundo de las medallas, pero muy cerca de los tiempos conseguidos en las bajadas de prueba.

Pese a no conseguir puntuar para el 'World Cup Starting List', el donostiarra puede estar muy satisfecho, pues ha conseguido el mejor puesto de un español en descenso en la historia de los Juegos Olímpicos, superando el 27º de Paquito Fernández Ochoa en 1980. Habiendo competido únicamente tres veces en la Copa del Mundo, Adur ha sido capaz de quedar por delante de dos esquiadores del top-10 mundial y de siete pertenecientes al top-30.

"Estoy contento con la bajada. No ha sido la mejor, porque tenía un poco más de tensión que en los entrenamientos, pero estoy satisfecho. De cara al futuro seguro que esto me da un impulso", ha afirmado Adur tras la prueba, que no será la última para él en Pekín. Esta próxima madrugada, a las 04:00, el vasco estará en la final del Super Gigante, donde ya ha afirmado que va a dar lo mejor de sí mismo pese a no ir tan rodado como en descenso.