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JUEGOS PARALÍMPICOS TOKIO 2020

Teresa Perales se recupera de la luxación y vuelve con diplomas

La nadadora, que sufrió una lesión en el hombro izquierdo en mayo, se estrenó en estos Juegos con dos diplomas: uno en 100 metros libres S5 y otro, en el relevo 4x50 metros libres.

TokioActualizado a
Teresa Perales, nadando en Tokio.
Israel GardynEFE

No hay obstáculo que la frene. Ni siquiera una lesión. Cuando Teresa Perales sufrió una luxación en el hombro izquierdo durante el Europeo de Madeira el 17 de mayo, parecía que el sueño de Tokio se disipaba. Estuvo meses nadando con un solo brazo. Hasta el punto de que, el mismo día en que se oficializaban los nombres de los representantes para estos Juegos, la aragonesa confesaba lo difícil que sería poder verla en alguna final.

Sin embargo, Teresa no se rindió. Erre que erre. Ya en el CAR de Sierra Nevada, a menos de un mes para poner rumbo a tierras niponas, probó a quitarse el cabestrillo y nadar con ambos brazos. Las sensaciones eran buenas y los tiempos, también. Lo corroboró en el Tokyo Aquatics Centre. Participó en las finales en 100 metros libres S5 y el relevo mixto 4x50 metros libres, firmando dos quintos puestos y, por lo tanto, dos diplomas.

"Me encuentro mejor y me lo he currado muchísimo. Estoy muy contenta de haber llegado hasta aquí. No te voy a mentir, en algún momento llegué a soñar con un poquito más, pero viendo de donde venía... Hace apenas un mes que empecé a nadar con los dos brazos, aunque el izquierdo me da mucha guerra. De hecho, en cuanto vuelva de aquí paso por el quirófano", explicó la nadadora, de 45 años, consciente de lo conseguido: "Estoy rozando el milagro por poder estar compitiendo. He disfrutado mucho, he salido sonriendo y no estaba especialmente nerviosa. Me merecía estar aquí y tengo ganas de más".

La flamante Premio Princesa de Asturias del Deporte, que atesora 26 medallas en cinco Juegos Paralímpicos, ha ido ganando confianza en sus movimientos. "No había probado a hacer un viraje fuerte como el que se hace en la competición y es uno de los movimientos más peligrosos para el brazo izquierdo. Esta mañana vi que se mantenía en su sitio y esta tarde ya me he tirado sin miedo. Luego ya es lo que el cuerpo aguante. He estado parada sin tocar agua un mes y pico y otros quince días nadé sólo con un brazo, que fue muy duro. Ahora lo que he podido hacer. Estoy contenta porque lo he dado todo", manifestó nuestra icónica sirena, que volverá a la piscina el lunes 30.