¡El Tri brilla como el bronce!
México ganó su segunda medalla olímpica en fútbol, tercera en deporte de equipo y cuarta en Tokio 2020. Córdova, Vásquez y Vega hicieron los goles.
México vengó a los héroes caídos de 1968. Y a los cuartos lugares en los fatídicos Juegos de 2020. Ni uno más. No por hoy. El fútbol brindó al país su segunda medalla olímpica histórica, la tercera en deporte de conjunto, añadida al bronce basquetbolero en 1936, y la cuarta en 2020, en una noche consagratoria del Tricolor de Jaime Lozano, quien se jubilará de sus deberes nacionales, por ahora, después de alumbrar a una generación llamada a recoger la estafeta del balompié mexicano. El futuro refulge como el bronce que colgará de sus cuellos como un sol naciente.
El partido no tuvo el mismo color que su antecedente inmediato: en 10 minutos iniciales Japón acusó pánico escénico y el Tri marcó a la perfección sus líneas, selló goteras en los flancos, con Angulo y Sánchez como operarios, y bajó el ritmo con la batuta de Rodriguez y Córdova. Entonces, Vega hizo karate kata a las espaldas de Endo y el árbitro Weyesa le concedió el beneficio de la duda. Había un área gris que podría haber obrado en contra de los intereses mexicanos, pero Weyesa no quiso saber de rigores jurídicos. El cansancio ya se ha acumulado. Córdova, con la paciencia insondable de un monje sintoísta, hizo reposar la pelota en las redes. El bronce fundido.
A Japón le devolvió la chispa Kubo, el infatigable mediapunta maltratado en Valdebebas, cuando transitó sobre la frontal y mezcló con Soma y Doan; una colisión de Endo y Ochoa causó pavor y fungió como recordatorio: los nipones saben tocar la pelota. Lección aprendida. Del espanto al gozo: Córdova, el maestro de ceremonias de las grandes ocasiones, colocó en la cabeza de Vásquez la corona de olivo. Ochoa controló los intentos de Hayashi y Doan para evitar cualquier rebelión samurai. Hoy no.
“Como si fuéramos 0-0”, aleccionó Ochoa de vuelta al dohyo. Lo cierto es que el Tri no acató la orden del todo. México relajó disciplina y Japón merodeó los terruños de Ochoa, hasta que Lainez acarreó en transición, con Yoshida y Tomiyasu corriendo de espaldas, despavoridos, y Córdova finalizó la fulgurante secuencia con una salva que forzó a Tani a utilizar el kabuto. Un tiro de Henry Martín generó el tercer canto del madrugón: caricia de Córdova y fogonazo de cabeza de Vega, la frente retacada de pólvora. Un premio al mejor futbolista mexicano en Tokio 2020. Las cintas ya adornan la aleación de zinc y cobre.
Japón optó por aplicar seppuku. Rodríguez activó el disparo de salida, Antuna despegó sobre el tartán, sin oposición en los carriles contiguos, y se detuvo antes cruzar la línea de meta; Córdova aguardaba presto para entrar al Kokyo imperial con la redonda de cuero en los pies. Acto seguido, Córdova quiso pinchar el balón, Yoshida prolongó involuntariamente y Henry tiró con estética Steve Hyuga, pierna estirada y pelota alta, pero sin su eficacia. Seppuku honorable fue, eso sí. Un final dirigido por Kurosawa. México no se fue limpio y el escuadrón de Yokouchi honró su guerrera estirpe: Ochoa acumuló highlights y acudió a su amplio repertorio: desvíos con las cutículas, zambullidas sin conceder rebote, atajadas con el rabillo del ojo. Sánchez cargó con la furia nipona, la víctima del retiro del campo de batalla. Mitoma lo dejó atrás con un amague pletórico y su tiro sísmico destruyó la pagoda de Ochoa. Los poderes del meta no son infinitos, aunque a veces lo parezca.
Si el final no fue un parto fue porque Mitoma, un Oliver Atom en potencia, dejó reposar su fútbol de seda 75 minutos en el banquillo de suplentes. Ochoa preparó la escena para la ceremonia del té, bronce colgando del pecho. Los 22 futbolistas, ataviados con su hakama, sonriendo hacia el mar de Japón donde, al otro extremo, amanece en su tierra natal. El Monte Fuji les acompaña en la reverencia. Un bronce tan brillante como un sol naciente.
- 13 Ochoa
- 5 Johan Vásquez
- 2 Jorge Sánchez
- 4 Jesús Angulo
- 3 César Montes
- 7 Luis Romo
- 8 Carlos Rodríguez (85')
- 17 Francisco Córdova (78')
- 11 Ernesto Vega (77')
- 10 Diego Lainez (57')
- 9 Henry Martin (86')
- Banquillo
- 15 Carlos Antuna (57')
- 6 Vladimir Loroña
- 16 Joaquín Esquivel (85')
- 20 Fernando Beltrán (78')
- 21 Roberto Alvarado (77')
- 18 Eduardo Aguirre (86')
- 22 Sebastián Jurado
- 12 Kosei Tani
- 2 Hiroki Sakai
- 14 Takehiro Tomiyasu
- 5 Maya Yoshida
- 3 Yuta Nakayama (61')
- 10 Ritsu Doan
- 17 Ao Tanaka (70')
- 6 Wataru Endo (79')
- 16 Yuki Soma (45')
- 7 Take Kubo
- 19 Daichi Hayashi (62')
- Banquillo
- 18 Ayase Ueda (62')
- 11 Kaoru Mitoma (61')
- 8 Koji Miyoshi (79')
- 9 Daizen Maeda
- 13 Reo Hatate (45')
- 4 Ko Itakura (70')
- 1 Keisuke Osako
Cambios
Reo Hatate (45', Yuki Soma), Uriel Antuna (57', Diego Lainez), Kaoru Mitoma (61', Yuta Nakayama), Ayase Ueda (62', Daichi Hayashi), Ko Itakura (70', Ao Tanaka), Roberto Alvarado (77', Alexis Vega), Fernando Beltrán (78', Sebastián Córdova), Koji Miyoshi (79', Wataru Endo), Joaquín Esquivel (85', Carlos Rodríguez), Eduardo Aguirre (86', Henry Martín)
Goles
1-0, 12': Francisco Córdova, 2-0, 21': Johan Vásquez, 3-0, 57': Ernesto Vega, 3-1, 77': Kaoru Mitoma
Tarjetas
Arbitro: Bamlak Tessema Weyesa
Arbitro VAR: Benoît Millot, Tiago Martins
Wataru Endo (18',Amarilla), Johan Vásquez (26',Amarilla), Jorge Sánchez (41',Amarilla), Ayase Ueda (79',Amarilla), Ochoa (92',Amarilla)