Damián Quintero, medalla de plata en kata ante Kiyuna
El malagueño (37 años) sólo cedió en el Budokan ante al ídolo local, un karateca casi infalible, que le derrotó por 28.72 puntos frente a 27.66.
Pleno. Un español volvió al podio del Budokan de Tokio el día después de que Sandra Sánchez se proclamara campeona olímpica. Damián Quintero no falló y ascendió, feliz, al segundo escalón del éxtasis olímpico después de disputar la final contra Ryo Kiyuna. Lo esperado analizando la trayectoria de los dos. El oro en esta ocasión se vendía muy caro. En el cara a cara, el español salió primero con el kata Suparinpei (27.66 puntos con 19.32 de técnica y 8.34 en la parte atlética). El japonés presentó Ohan Dai y alcanzó 28.72 (20.02 /8.34).
La medalla número 13 para España también llegó desde el tatami. Y a ella se sumarán las del fútbol y el waterpolo femenino, en finales por lo que queda saber el color. En Río 2016 se llegó a las 17.
Quintero (37 años), número uno del ranking mundial, perseguía otra proeza. La puerta se la abrió Sandra, que asaltó el templo de las artes marciales en Japón frente a la japonesa Kiyou Shimizu y hoy le animó desde la grada. Kiyuna había estado 'tapado' en el último año y medio. "Parece que le han metido en una urna", bromeaba. Escondiendo sus armas. Pero llegó con la confianza y el influjo sobre los jueces de haber sido oro en 28 de las 29 últimas competiciones internacionales en las que había participado. El último 'tropiezo' (plata) fue en la Premier League de Dubái en 2018, donde fue superado por el español. Por eso eligió Damián Suparinpei, porque con él le derrotó. "Kiyuna se caracteriza por su potencia y trabajo físico. Hacerle el juego suponía salir perdiendo. Elegimos un kata más técnico", explicó Jesús del Moral, el seleccionador.
'Kingtero', ingeniero aeronáutico, lideró el grupo B con los katas Kururunfa (27.34) y Ohan dai (27.40) para un total de 27.37. Por el otro lado, Kiyuna dominó el B con Chan (28.26) y Anan (28.40) para el total de 28.33. En la siguiente ronda, en la que los clasificados debían hacer un kata más para decidir los cruces por las medallas, Quintero logró un 27,28 y Kiyuna un 28,72.
"¿Si Sandra lo consiguió, por qué yo no?", se preguntó el malagueño antes de salir al tatami. Pero había sentido agobio en los días previos. Con bromas sobre Messi (es del Barcelona) el psicólogo Pablo del Río intentó destensarlo. Damián es un auténtico coleccionistas de medallas y luce ya 115 con esta entre internacionales y nacionales. Diez Europeos, dos platas mundiales (2016 y 2018), el oro mundial por equipos (2014)... Pero su muro era Kiyuna, originario de Okinawa, la isla donde nació el arte marcial. Con 31 años, el icono de Japón que entrena "365 días al año" con el maestro-leyenda Tsuguo Sakumoto. Un competidor que ha llegado a estudiar hasta las miradas de los leones y los tigres para imprimir más fiereza a sus gestos.
Dispuesto a escalar ese muro, Quintero lo dio todo con su último kata, de hecho recibió la mejor puntuación de todo el día. Se vació. "Kiyuna es un toro y quise meterle sentimiento", contó. Pleno de expresividad en el combate ante rivales imaginarios en el que se emplean técnicas defensivas y ofensivas. Aunque no fue suficiente ante el despliegue de un potentísimo Kiyuna, la plata colma toda una carrera de sacrificios que le lleva a estar solamente por debajo de una leyenda.