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JUEGOS OLÍMPICOS | DANI OLMO

"Convencí al Leipzig con la verdad: este es mi sueño"

Dani Olmo, uno de los referentes de la Olímpica, atiende a AS antes de la gran final contra Brasil. "Es el partido más importante de mi carrera", dice.

Yokohama
"Convencí al Leipzig con la verdad: este es mi sueño"
MIGUEL MORENATTIDIARIO AS

Dani Olmo ha disputado esta temporada 67 partidos entre su club y la Selección. A pesar de ello, aún tiene gasolina para un último baile mañana contra Brasil. El catalán es uno de los líderes y referentes de esta Olímpica. Este verano no dudó en renunciar a sus vacaciones para acudir a esta cita en Japón después de jugar la Eurocopa. Quería disfrutar del premio que tan brillantemente ayudó a conseguir en la Eurocopa Sub-21 de 2019 (hizo un gol y fue elegido MVP de la final contra Alemania). En estos Juegos ha sido titular en todos los partidos y logró un tanto decisivo en los cuartos de final contra Costa de Marfil. Olmo atiende a AS antes de la gran final de mañana (13:30, La1).

¿Qué balance hace de los cinco partidos disputados en el campeonato hasta ahora?

En líneas generales, positivo. En lo individual he ido de menos a más, me estoy sintiendo bien dentro del equipo, ayudando en lo que puedo en cada partido. Me siento importante, le agradezco al míster la confianza que me está dando desde el principio. Estoy viviendo esto al máximo y ahora que estamos en la final, tenemos que aprovecharlo. Es una oportunidad única de conseguir la medalla de oro, es lo que queremos.

¿Internamente, al ver los rivales que os tocaban, pensabais que iba a ser tan difícil ganar cada partido?

Quizá no los pensábamos tanto, inconscientemente pensábamos que iba a ser un poquito más fácil, pero al final nada es sencillo en un campeonato de tanto nivel como este. Nadie pensaba que íbamos a llegar a la final tras pasar dos prórrogas, pero las cosas difíciles nos hacen crecer mucho más. Estamos en la final por méritos propios, lo hemos demostrado y ahora a aprovecharlo.

Son ya muchos días aquí, hemos coincidido antes de muchos entrenamientos, y siempre me dice que este va a ser el partido, pero nunca llega el encuentro redondo. ¿Para cuándo se lo está guardando?

(Risas). Tenemos la última oportunidad mañana, entonces qué mejor que en la final.

De la Fuente dijo que lo han pasado muy mal por las condiciones extremas que se han encontrado en Japón. ¿Cómo lo han vivido desde dentro?

Un torneo de estas características nunca es fácil. El clima, las condiciones… Es todo diferente. Es un cúmulo de cosas: los viajes, los traslados, las horas en el aeropuerto, la incertidumbre de cuándo podrás descansar, el jet lag… Es un viaje que cansa a nivel mental y físico. Hemos sabido estar preparados, sobreponernos y ahora estamos lo suficientemente estables en lo físico y lo mental para darlo todo.

¿Cómo han llevado la convivencia?

Hay que ser profesional, darte cuenta que estás en una concentración de este calibre. Hay que estar concentrado. A veces echas de menos poder salir a dar una vuelta. La Villa Olímpica nos dio un poco de vida en ese sentido, podíamos pasear y poder convivir con los demás atletas. Eso te liberaba un poco. Estamos medio acostumbrados a la vida en un hotel, no nos quejamos, aunque se agradecería un poco más de libertad. Pero ahora no es posible…

El entrenador dijo que llegar a la Villa Olímpica de Tokio fue llegar a Hollywood. ¿Cómo lo vivieron?

Pues sí, seguramente sí. Recuerdo los primeros días, ver a atletas, el comedor, verlos hacer vida… Fue increíble. Y esto con COVID, imagina sin restricciones, sin mascarilla, sin tener que comer separado por esas mamparas de cristal… Los primeros días fueron espectaculares, la Villa Olímpica es increíble.

¿Les hizo ilusión sentirse parte del equipo olímpico español?

Todos los deportistas españoles teníamos una relación bastante cercana y cuando una atleta como Ana Peleteiro, por ejemplo, ganaba una medalla nos arropábamos, le dábamos un aplauso en el comedor para sacarle los colores, desde el cariño, claro. Te sentías muy querido por todos los demás deportistas y esa es la magia de los Juegos Olímpicos, que nadie es más que nadie y todos vamos a una.

¿Cómo convenció al Leipzig de quedarse sin vacaciones?

Con la verdad por delante. Les dije que unos Juegos son una vez en la vida, que era mi sueño estar con el equipo que nos clasificamos, yo estuve en ese Europeo Sub-21. Sé lo que vivimos y esta experiencia junto a ellos no me la quería perder. Se lo transmití de esta manera y les agradezco que me dejaran venir sin poner ninguna pega.

¿Qué importancia tuvo De la Fuente en su determinación para estar aquí?

Total, la oportunidad de vivir otra experiencia con él y su staff era algo que me llamaba, sentía que quería hacerlo. Qué mejor que repetirlo con este grupo que ganamos aquella Eurocopa en Italia hace dos años. Ya habéis visto todos el equipo que hemos podido traer. Es una pena que algunos de aquel torneo no hayan podido venir pero el equipo que tenemos es fantástico y optamos a lo máximo.

Ninguno sabe si va a ser titular en la final… Al técnico eso le gusta, pero desde dentro... ¿Cómo se lleva?

Habla del buen equipo que tenemos, hay mucha competencia. Todos hemos demostrado que podemos jugar, que tenemos nivel. El que juegue va a dar el máximo y va a aportar su granito de arena para llevarnos el oro.

¿Cómo está Ceballos de su lesión de tobillo?

Bien, lo veo bien. Está entrenando con el grupo, intenta hacer todo el entrenamiento. Esto va a ser como se sienta él, el tobillo es una articulación delicada y dolorosa. Nadie mejor que él sabe cómo se siente, esperamos que esté bien. Esté o no sobre el campo, él siempre está con el equipo.

¿Se ha notado mucho su baja durante estos partidos en los Juegos?

Dani es muy importante, así se ha demostrado. No sólo en los pocos minutos que estuvo contra Egipto, sino en los pasados partidos y también en aquella Eurocopa Sub-21. Es un futbolista muy importante, se ha notado dentro del campo pero fuera no porque siempre ha hecho lo que debía y le hemos sentido cerca.

¿Cómo son los días previos a una final contra Brasil? ¿Sienten las miradas de todo el mundo?

Si piensas en la magnitud… Puede que te pongas un poco a temblar. Personalmente no lo pienso mucho, tengo claro que estamos ante una final olímpica, contra Brasil que sabe lo que es ganar el oro. Tenemos que estar tranquilos, intentar no pensar mucho y vivirlo con normalidad, como siempre.

¿Es el partido más importante de su carrera?

Así a bote pronto, seguramente sí. Una final contra Brasil y en los Juegos Olímpicos. He tenido la suerte de jugar partidos muy importantes en mi corta carrera, que aún me queda mucho: las semifinales contra Italia en la última Eurocopa, las semifinales de Champions contra el PSG con el Leipzig en 2020… Pero diría que esta final es un poco más especial, la opción de ganar un oro olímpico es increíble.

¿Le ve sentido a que haya gente que se queje de que el fútbol se lleve tanta atención en los Juegos?

A mucha gente le gusta el fútbol, lo sigue y una final, sea del deporte que sea, es importante y mediática. Más si es fútbol, que lo sigue mucha más gente de lo normal, es lógico.

No tienen ustedes la culpa de que a la gente le guste vuestro deporte…

¡Nosotros encantados! Disfrutamos de que ellos disfruten.

Si le dicen antes del torneo que ponga en un papel el rival de la final… ¿Qué hubiera puesto?

Creo que Brasil… Brasil o Alemania.

¿Cómo logró cambiar el chip de la Eurocopa a los Juegos en tan poco tiempo?

Rápido, sabía que no había tiempo para desconectar. Tuvimos una semana de parón entre una competición y otra, pude descansar un poco pero sabía que no mucho. Tuvimos un par de días en Japón para prepararnos y un amistoso. Apenas tuve tiempo de desconectar, sabía que tenía que estar enchufado.

¿Tiene ganas de jugar un partido sin prórroga este verano?

¡La verdad que sí! (risas). Sería la primera eliminatoria sin prórroga este verano…

¿Pesan las piernas?

A la altura en la que estamos te sientes un poco más fatigado de lo normal, pero nada del otro mundo. A las puertas de una final no existe cansancio, estamos ante una oportunidad única, eso tenemos que tenerlo claro. Todos estamos al 100%, cuando no te tiran las piernas lo que te tira es el corazón. Ante esta oportunidad no hay discusión.

¿Le vino bien el otro día que le cambiaran un poco antes del final?

El descanso viene bien. El míster me dijo que me veía un poco cansado y que quería un poco más de frescura en esa posición. Lo acepté… Está claro que cada jugador quiere jugar siempre todo, pero hay que aceptar las decisiones. El equipo estuvo muy bien, Puado hizo muy buen partido al entrar. Cuando entre el compañero, hay que animar.

¿Qué tipo de selección es Brasil?

Son muy completos, con un ataque muy peligroso. Nos lo va a poner difícil seguro, no están aquí por casualidad.

Es el primer partido en el que no son los claros favoritos. ¿Viene bien quitarse esa presión por una vez?

Ese cartel de favorito lo ponéis vosotros, los periodistas, o los aficionados. Nosotros no pensamos en eso antes de jugar, salimos siempre a ganar sin mirar al rival. Ante una selección de menos nombre sí que tienes un poco más de presión por demostrar, pero vamos siempre con la misma mentalidad independientemente de contra quien juguemos.

¿Les ha pesado el hecho de que la gente contara previamente con su medalla?

No, para nada. Es algo con lo que teníamos que aprender a vivir. Con el equipo que traíamos las expectativas eran muy altas, veníamos seis jugadores que hemos jugado la Eurocopa. Pero nosotros lo aceptábamos, queríamos lo máximo, el oro. Desde el principio fue el objetivo que nos pusimos y eso hemos intentado hacer. La presión existe siempre en todos los deportes y más en unos Juegos Olímpicos en los que te mira todo el mundo. Debes saber lidiar con ello.

¿Qué nota le pone al equipo hasta ahora?

Le pondría un ocho. He dudado entre ponerle un siete o un ocho, pero es que llegar a una final olímpica es muchísimo. Mañana contra Brasil lo vamos a rematar con la matrícula de honor.