JUEGOS OLÍMPICOS | ATLETISMO
La locura de Sifan Hassan
La neerlandesa se llevó el oro en los 5.000 (14:36.79). Aspira ganar también 1.500 y 10.000. Por la mañana, en las series del milqui, tuvo una caída, se levantó y venció.
Por la mañana, Sifan Hassan se dio un tortazo contra el suelo cuando faltaba una vuelta en su serie de 1.500. Perdió distancia, pero se levantó disparada hacia la cabeza de carrera. Con ser sexta le habría valido. Pero ella llegó hasta el primer puesto y ganó la serie. No le importó tener por la tarde los 5.000 metros. Tal vez ahorrar fuerzas habría sido una opción, no para la neerlandesa que se llevó la final de los cinco kilómetros (14:36.79) que un cambio igual de explosivo.
De 28 años, Hassan busca en Tokio un triplete inédito en el atletismo femenino: 1.500, 5.000 y 10.000. Una barbaridad para la que no escatima esfuerzos. Su primer oro llegó en los cinco kilómetros este lunes, con una carrera que le hicieron a placer. Lenta desde el principio, 3:00 los primeros 1.000 metros y así transcurriría hasta el 4.000 (11:57). En 2:39 se empleó el último kilómetro en 57.36 la última vuelta. Más o menos igual de rápida que la de la mañana en 1.500, caída incluida.
"Fue terrible cuando me caí por la mañana. Utilicé toda mi energía, me encontraba fatal antes de esta final. Estaba muy cansada, pero me tomé un café. Necesitaba toda la cafeína. Ahora soy campeona olímpica", relataba Hassan, simpática y sonriente como acostumbra a ser.
Poco pudieron hacer ante la poderosa Sifan la keniana Hellen Obiri, plata con 14:38.36 y la etíope Tsegay, bronce con 14:38.87. Hassan dio la vuelta de honor descalza con la bandera de Países Bajos, el país que la acogió cuando tenía 15 años. Ella, nacida en Adama (Etiopía), fue enviada por su madre en avión a Amsterdam. Allí se quedó como refugiada y obtuvo el pasaporte neerlandés. Ya es heroína en el país.
La locura de Hassan se ve reforzada por alardes como el de la serie de 1.500 o lo que hizo en la eliminatoria de 5.000 previa a esta final, en la que se picó por ganar con la keniana Tirop. Parece que no sólo quiere llevarse los oros, sino ganar todas las carreras. Tres ha corrido, tres ha dominado. Una atleta con un apetito voraz de victoria.
La aspirante a reina olímpica del atletismo en Tokio también tuvo en episodio complicado en 2019, cuando su entrenador Alberto Salazar fue sancionado con cuatro años alejado de las pistas por su relación por el dopaje. "Eso pertenece a otra época anterior", contaba Hassan, a la que el escándalo le estalló en plenos Mundiales de Doha. Allí logró otro doblete inédito: 1.500 y 10.000. Porque Hassan es rápida, pero también muy resistente.
Quedan los 10.000 y los 1.500
Hassan ahora se entrena con Tim Rowberry, un técnico asociado a su marca comercial (Nike). Vivió Sifan en Arizona un tiempo para estar bajo sus órdenes, pero la pandemia cambió todo y la neerlandes estuvo en Países Bajos, en Saint Moritz. Rowberry le mandaba los planes. Pero la cosa ha funcionado.
Este 2021 ya dio el primer síntoma de estar en plena forma cuando hizo el récord mundial de 10.000 (29:06.82), aunque unos días después se lo arrebataría por cinco segundos Letensebet Gidey (29:01.03). Esta etíope será su principal rival para el oro en los 10 kilómetros (sábado 7 de agosto, 12:45 horas). Antes tendrá que probar su velocidad terminal en los 1.500, con las semifinales del miércoles 4 (12:00 horas) y la final del viernes 6 (14:50 horas). Una marisma de fechas, de sobreesfuerzos, de carreras, incluso de caídas... Es la locura de Sifan Hassan, que ha empezado bien. Con un oro.