Ray y el desempate: "Flipé con la norma, no la conocía"
El gimnasta español, plata en suelo, acabó con la misma puntuación que Dolgopyat. Reveló que estuvo a punto de dejarlo el año pasado: "Me llamaban vago".
Ray Zapata (Santo Domingo, 28 años), liberado de la tensión de la espera por la medalla, se lanzó como un torbellino ante los micrófonos. Feliz con su plata aunque se vio oro. También se cobró alguna factura...
-¿Cuántas cosas le pasaron por la cabeza? El tendón de Aquiles roto, el ciclo difícil...
-(Se ríe) Antes de salir me dolía el otro Aquiles y pensé 'Si se rompe ya da igual'. Tenía que darle caña y ya está. Mi familia y mi mujer han aguantado esta cabeza loca y he podido estar muy poco con mi hija... Pensé en todo el mundo que ha tenido que aguantar a este 'pesao': mi entrenador, mis amigos, mi psicólogo y en los que no confiaban en mí. ¡Lo he conseguido! Se lo dedico a mi hija.
-¿Cómo valora su ejercicio?
-¡Soy el mejor! Lo ha visto todo el mundo y no importa el color de la medalla. Vine a pelear por el oro, pero con este color tampoco me quejo.
-¿Y cómo había pasado estos días previos?
-El camino ha sido muy duro, pero sólo pensaba en qué ejercicio hacer. Si arriesgar o no. Tenía un ejercicio dos décimas más difíciles pero era muy arriesgado, igual no clavaba las series... Creo que acerté.
-Ha sido emotivo su abrazo con su psicólogo, Pablo del Río...
-Es que el me ha amueblado la cabeza. Me hizo enfocar donde hacía falta, no en la medalla sino en el ejercicio. No me obsesioné con ganar.
-¿Y cómo vio el desempate?
-Flipé, porque no conocía esa norma (Dolgopyat ganó por una mayor dificultad). Reclamamos porque pensaba que el oro era mío. Si soy yo el que me salgo del tapiz, no me dan ni el bronce. Para conseguir la medalla he tenido que realizar un ejercicio casi perfecto, y otros no se tienen que esforzar tanto para ganarme. Sólo tengo un oro en Juegos Europeos...
-¿Qué ha sido lo más difícil durante estos cinco años?
-Las lesiones no, porque las tomé como un descanso. Hubo un momento en que estuve a punto de retirarme porque había gente que no me quería en la sala de gimnasia. Me hacían la vida imposible y me daban de lado. ¡Pero soy muy pesado! (Ray trabaja en el CAR de Madrid, con el resto de la selección, pero no entró en la alineación del equipo en el último Mundial).
-¿Cuándo fue eso?
-El año pasado, antes de la pandemia, me tacharon de vago. Y siendo vago no se puede conseguir esto. Tengo más experiencia y he trabajado como un desgraciado.