Arévalo y García-Boissier: dos saltos hacia el futuro

Cuando aún se rumoreaba, ya con la boca pequeña, que se podían cancelar los Juegos Olímpicos de Tokio, dos saltadores españoles fueron los primeros en participar en una competición en la ciudad que ahora alberga los Juegos Olímpicos. Alberto Arévalo y Nico García Boissier, ambos de 26 años, de Madrid y Canarias, lograron el billete en el Preolímpico. “No me lo creo, estamos en una nube”, reconocieron después de una semana en la que no les dejaron salir del hotel.

Más libre están hoy en la villa, a escasas horas de estrenarse y de cumplir su estreno olímpico. “Están con ganas y fuertes. Han hecho un trabajo excelente durante el ciclo. Nuestro objetivo es que entren en semifinales”, explica Quique Martínez, el entrenador que les ha acompañado a Tokio.

“Aquí están los 29 mejores del mundo. El acceso a los Juegos es muy duro. Hay 26 que tendrán muchas opciones de entrar entre los 18 mejores. A ver si somos capaces de aguantar la presión. No es fácil de controlar. Hay confianza e ilusión”.

Sus últimos resultados les avalan. Aunque en el Europeo de Budapest no consiguieron sus mejores resultados, sí en el Preolímpico. En España, los saltos son una disciplina que ha ido creciendo en el número de licencias e instalaciones en los últimos años pero que apenas tiene presencia internacional al disponer de menos de cien licencias. Una tendencia que se quiere revertir: “Tenemos medallistas y campeones de Europa júnior, y eso antes no sucedía. El siguiente paso es que estos júniors puedan dar el salto”, comentó Donald Miranda, director técnico de la RFEN.