Durant pone las cosas en su sitio
Estados Unidos derrotó a República Checa apoyándose en el alero, que metió 27 puntos, y en un conjunto más engrasado y que ya mira a cuartos.
Estados Unidos estará en los cuartos de final. Lo hará como segunda de grupo, una anomalía para USA Basketball derivada de la derrota del primer día ante Francia y de que los de Vincent Collet han hecho los deberes ganando los otros dos compromisos. La selección norteamericana irá al sorteo de las eliminatorias como opción secundaria del grupo A pese a las dos palizas, furibunda reacción después de las tres caídas entre preparación amistosa y torneo oficial, que han dado primero a Irán y luego a Chequia. Al equipo centroeuropeo le han ganado con mucha suficiencia, 119-84, rompiendo el partido en la segunda mitad para disipar dudas.
Empezó con temblores el combinado enteramente formado por jugadores de la NBA. Una derrota les hubiera puesto dentro de la siguiente fase también, pero con una cara muchísimo más machacada por la opinión pública de su país que con la que han acabado este partido. Popovich pidió un tiempo muerto a los dos minutos del salto inicial porque los checos empezaron con todo: 2-9. Se pusieron incluso diez arriba con el tercer triple del veterano Blake Schilb, nacido en Illinois hace 37 años, y empezaron las respuestas. El y tú más. Si estaban probando a los americanos a triples, que fuera a triples y más allá. Durant fue el primer en ponerse el mono de trabajo, pero LaVine también formó parte de la primera reacción, pidiendo incluso un 3+1. Lillard, que había errado los primeros, también se estrenó desde más allá del perímetro. Los checos, con el buen hacer de Schilb y la amenaza interior de dos de esos talentos que fracasaron en su intento NBA como Balvin y Vesely, se quedaban por delante para acabar el primer cuarto: 18-25.
Los tiros de tres caían como churros, los metía y bien -2/2- hasta Draymond Green, y por ahí vino uno de los errores del cuadro entrenador por Ginzburg. Otros, como tener un plantel tan corto, tienen difícil arreglo. Pero fallaron no copiando la estrategia de Francia y llevándose dentro de la zona el partido. A tiros desde fuera iban a caer y fuertemente y así fue. En el segundo cuarto Estados Unidos ya logró sobrepasar a República Checa y lo hizo con dos triples de escuela de Durant para el 37-33. Tomas Satoransky, jugador de los Bulls esta última temporada y formado en España, fue de los que desentonó un poco menos, dirigiendo y aportando bien en defensa, pero no sirvió para que el ataque de su equipo fuera empequeñeciéndose con el paso de los minutos.
Sólo ese primer envite fue para sonreír. 101 puntos en tres cuartos y 72 en los dos últimos son una bestialidad y Chequia no es Irán, Chequia no dejó entrar en estos Juegos a la antientente Turquía-Grecia. Pero aquí no hubo soluciones y desde el descanso de lo que tuvieron ganas fue de que acabara el suplicio. Kevin Durant se las proponía en contraataque, jugando al poste y hasta retando a los rivales. El triple con el que cerró ese tercer periodo, un triple con su bamboleo de hombros habitual ante Balvin, un 2,18, fue una muestra inequívoca de superioridad. Durant se convirtió con su actuación de este sábado, finiquitada con 23 puntos en 23 minutos y un 50% en triples, en el jugador más anotador de la historia para Estados Unidos en los Juegos Olímpicos superando el remarcable récord que poseía Carmelo Anthony. Una más de un jugador como ningún otro.
Popovich pudo dar al menos cuatro minutos a todos sus jugadores con el partido roto. Y eso que el partido estaba roto ya al empezar la cuarta y última manga. Ahora le viene la prueba de fuego, en la que se quedó en el Mundial de China con el que se estrenó como seleccionador: el corte de las medallas, los cuartos de final. Con el encendido de mecha de Durant y con otros compañeros como Tatum, Green o los trotamundos Holiday y Middleton bien metidos el resultado debería ser diferente.