Dressel, el rey de los 100
El estadounidense venció en la prueba rápida con récord olímpico y suma su segundo oro. La final de los 800, con una espectacular remontada de Finke.
La final más esperada tardo en llegar, como la participación de Caeleb Dressel, llamado a ser junto a Simon Biles la estrella de estos Juegos. Al quinto día de natación, y después de conseguir el oro en el relevo 4x100 libre, el estadounidense compitió en la final de los 100, la prueba por antonomasia dela velocidad. Dressel buscaba dos objetivos: ser campeón olímpico y doblegar el muro de César Cielo (46.91). Logró solo un propósito.
No hay nadie que salte mejor que Dressel ni que le supere en los subactuáticos. Esta fuerza de la naturaleza, criado en los bosques de Jacksonville (Florida), fue el más rápido en el 50, con 22.39. Solo se acercó el ruso Kliment Kolesnikov, que apunta a dura competencia en el 50. Tras el viraje, Dressel no fue el mejor. De hecho, sufrió para ganar, porque el australiano Kyle Chalmers logró su mejor marca personal y le apretó de lo lindo (47.08). El estadounidense ganó de milagro (47.02), récord olímpico. El bronce se colgó Kolesnikov con 47.44 y el joven rumano de 16 años David Popovici fue séptimo con 48.04.
El último 50 de Finke, ¡qué barbaridad!
El italiano Gregorio Paltrinieri, oro en Río 2016 en los 1.500 libre, salió a por todas en el 800. Por la calle 8, era consciente de que debía imprimir un alto ritmo para mantenerse en carrera. Pese a dominar el último ciclo olímpico, incluso ser oro con récord europeo en el Mundial de 2019, no partía como favorito. El duelo estaba en las calles centrales, entre el ucranio Mykhailo Romanchuk y el alemán Florian Wellbrock. Pero todo iba a pasar en una de las finales de 800 más emocionantes que se recuerdan en los últimos años, resueltas al sprint, con las mismas diferencias que un 200.
Al último 50, el estadoundeinse Robert Finke, por la calle 3, pasó dos segundos por debajo que los tres favoritos. Los focos apuntaban a un Paltrinieri que aguantaba com un jabato, con su nado particular, y a un Romanchuk que superaba a Wellbrock. Pero un mísil empezó a progresar por la derecha. Era Finke, el más joven de los participantes, de 21 años, otro miembro de la Generación Z. Su ritmo endiablado no tuvo freno, como una peonza que no para de girar. Su último parcial fue tremendo, 26.39, un segundo y medio más rápido que sus rivales, incluso que Duncan Scoot, el más rápido en la final de 200 libre (26.46).
Su técnico en Florida, Antony Neshty, saltó de alegría en las vacías gradas del Centro Acuático (7:41.87). Paltrinieri, sonriente, sumó la plata (7:42.11) y el ucranio Romanchuk, el bronce (7:42.33). El alemán Wellbrock se quedó sin premio (7:42.68). Apenas ocho décimas entre el primer y el cuarto.
Dos récords olímpicos en la braza y la mariposa sin Mireia Belmonte
Menos igualada estuvo la final del 200 braza, que finalizó con el récord olímpico del australiano Izaac Stubbetly-Cook (2:06.39), a solo 24 centésimas del récord mundial. Un registro que tarde o temprano debe superar, incluso podría nadar por debajo de 2:06:00 por primera vez en la historia. La plata fue para el holandés Arno Kamminga (2:07.01), que lideró la prueba los primeros 150 metros. El finlandés Matti Mattson se subió al tercer cajón (2:07.13).
En los 200 mariposa, Estados Unidos sumó plata y bronce pero no pudo sumar un nuevo oro. En la prueba a la que renunció Mireia Belmonte, quien fue oro en Tokio 2020, se impuso la china Yufei Zhang con récord olímpico (2:03.86). Regan Smith (2:05.30) y Hali Flickinger (2:05.30) completaron el podio.